Duro Felguera, la compañía asturiana de ingeniería y bienes de equipo, ha convocado una junta general extraordinaria de accionistas para el próximo 14 de noviembre. Este evento se centrará exclusivamente en someter a votación la aprobación o el rechazo del plan de reestructuración, según confirmó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El consejo de administración de Duro Felguera aprobó recientemente un plan de reestructuración con el objetivo de garantizar la estabilidad económica y evitar el concurso de acreedores. En este contexto, el grupo mexicano Prodi, futuro controlante de la empresa, se ha comprometido a aportar nueva financiación por un total de diez millones de euros, destinado a asegurar la continuidad y viabilidad de la compañía a corto y medio plazo.
El plan contempla una significativa reducción del pasivo, con quitas que podrían alcanzar hasta el 100% del importe adeudado en algunas categorías de acreedores. Este enfoque buscará dotar de liquidez a la empresa y continuar con sus operaciones sin interrupciones.
La recapitalización propuesta incluirá una reducción de capital mediante la disminución del valor nominal de las acciones y una amortización total de las acciones de control en manos de Prodi y Mota-Engil México. Esto último resultará en la salida de Mota-Engil México del accionariado. Prodi, por su parte, mantendrá la mayoría del capital y de los derechos de voto.
El compromiso incluye la aportación de nueva financiación capitalizable destinada a garantizar la actividad de Duro Felguera antes de la homologación del plan
A su vez, Duro Felguera venderá su sede de Gijón a la empresa catalana Mecalux, propiedad de la familia Carrillo, por 13,6 millones de euros. Este movimiento implica el traslado de toda la estructura corporativa a La Felguera, en Langreo, donde la empresa fue fundada hace 150 años. Inicialmente, la compañía se instalará de alquiler en el complejo empresarial Valnalón.
