Duro Felguera se enfrenta a un mes de junio crucial en el que se definirá su futuro financiero, ya que el próximo 11 de junio expira el plazo de prórroga de tres meses concedido en el marco del preconcurso de acreedores. La compañía asturiana solicitó esta medida el 11 de diciembre ante los Juzgados de lo Mercantil de Gijón, con el objetivo de iniciar negociaciones para un plan de reestructuración que garantice su viabilidad y la conservación de la mayor cantidad posible de empleos.
Durante estos seis meses, el consejo de administración ha realizado numerosos encuentros para abordar la crisis que atraviesa la empresa. Entre las posibles soluciones se ha planteado la capitalización de la deuda por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), lo que implicaría que el Gobierno convierta en acciones los 120 millones de euros préstamos a la compañía en el contexto de la pandemia. Este paso otorgaría a la SEPI una participación mayoritaria en Duro Felguera.
Los actuales socios de control, las empresas mexicanas Prodi y Mota-Engil México, junto a la SEPI, han discutido la posibilidad de que Duro Felguera se vea obligada a solicitar directamente el concurso de acreedores. En el último año, la compañía ha registrado pérdidas netas de 98,3 millones de euros, lo que representa un aumento del 36% con respecto a los 72,2 millones de euros de pérdidas del año anterior.
La junta general ordinaria de accionistas de Duro Felguera se ha convocado para el 27 de junio, tras la resolución de su situación concursal
La compañía ha previsto celebrar su junta general ordinaria de accionistas el 27 de junio, apenas dieciséis días después de que se aclare su situación concursal. En este encuentro, se capacitará al consejo de administración para cubrir las plazas vacantes de este órgano de gobierno, con un máximo de diez integrantes.
Otro punto clave en la situación de la compañía fue la firma en abril pasado de un memorando de entendimiento con Sonelgaz Production d’Electricité (SPE) para resolver amistosamente el proyecto de Djelfa en Argelia, que había quedado en suspenso. Este acuerdo, que busca desbloquear el contrato firmado en 2014, responde a la solicitud de arbitraje de la compañía argelina, que exigía la reanudación de los trabajos y una indemnización de 413 millones de euros. La situación con este proyecto derivó en la solicitud de preconcurso por parte de Duro Felguera, al obligarla a provisionar 100 millones de euros en sus cuentas fiscales.
En un movimiento que podría generar liquidez a la compañía, Duro Felguera ha recibido una oferta vinculante de Indra entre 2 y 3 millones de euros para la compra de su fábrica de calderería pesada en Gijón, conocida como ‘El Tallerón’. Indra busca reconvertir las instalaciones para la fabricación de vehículos blindados, intensificando así sus capacidades en este sector. Hasta el momento, Duro Felguera no ha hecho comentario oficial sobre la oferta y mantiene en su sitio web una sección de ‘Activos en venta’, lo que sugiere la posibilidad de desinversiones significativas en activos para mejorar su liquidez.
Indra ofrece más de 2 millones a Duro Felguera por ‘El Tallerón’ para hacer vehículos blindados
