El Consejo de Ministros de España tiene previsto aprobar la Ley del estatuto de las personas en formación práctica no laboral en el ámbito de la empresa, conocida como el Estatuto del Becario, tras más de dos años desde que fuera presentada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Esta norma ha sido motivo de discrepancias dentro del propio Gobierno, concretamente entre el PSOE y Sumar.
El objetivo y régimen sancionador del Estatuto del Becario
El anteproyecto de ley busca regular los periodos de formación práctica no laboral en empresas y establece un marco jurídico claro para ello. Las empresas que incumplan los derechos de los alumnos, enfrentándose a sanciones que pueden llegar a los 225.000 euros, verán su conducta tipificada y castigada según la gravedad de la infracción.
Las infracciones muy graves implican multas entre 120.006 y 225.018 euros
El documento estipula como muy graves aquellas infracciones que incluyan discriminaciones por diversos motivos como la edad, el género u otro tipo de características personales. Además, se han incluido especificaciones sobre la compensación de gastos a los estudiantes, estableciendo que las prácticas extracurriculares no deben superar las 480 horas totales.
Controversias y rechazos del mundo académico y empresarial
La ley ha generado rechazo tanto en el ámbito universitario como entre la patronal. CRUE Universidades Españolas ha expresado su preocupación, considerándola una amenaza para el actual modelo de prácticas. Los rectores critican la falta de participación universitaria en la negociación, señalando que las prácticas son un asunto académico y no deberían ser gestionadas únicamente por sindicatos y patronal.
CRUE considera que el régimen de prácticas debe estar bajo competencia del Ministerio de Universidades
Por su parte, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) se opone tanto a la forma como al contenido del acuerdo, alegando que el tiempo de aprobación es inapropiado y que la ley impone restricciones que perjudicarán la formación práctica de los estudiantes, limitando las horas y aumentando la burocracia.
