El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, ha abierto la posibilidad de que el Gobierno adquiera participaciones en empresas contratistas de defensa. Este anuncio sigue al reciente acuerdo para hacerse con una participación del 9,9% en el fabricante de microprocesadores Intel, intercambiando capital por subvenciones en el marco de la Ley CHIPS y Ciencia, junto a otros programas gubernamentales.
Participaciones estratégicas y la defensa nacional
En una entrevista con CNBC, Lutnick destacó el debate existente en torno a la defensa y señaló que la decisión final sobre la adquisición de participaciones será responsabilidad de los altos mandos del Departamento de Defensa. Empresas como Palantir y Boeing podrían estar bajo consideración.
Empresas como Lockheed Martin, fabricante de aviones de combate y sistemas de misiles, obtienen el 97% de sus ingresos del Gobierno estadounidense.
«Son básicamente una rama del Gobierno», subrayó Lutnick, quien también señaló la necesidad de repensar la financiación de compras militares.
El presidente Donald Trump ha mostrado entusiasmo por realizar tratos similares al de Intel, destacando que estos acuerdos potencialmente aumentan el valor de las empresas y generan empleo en Estados Unidos. Trump afirmó su compromiso de hacer más tratos de este tipo, evidenciado en su comentario en la plataforma TruthSocial.
Detalles del acuerdo con Intel
El acuerdo firmado el pasado viernes permite al Gobierno de Estados Unidos invertir 8.900 millones de dólares (7.592 millones de euros) en acciones ordinarias de Intel. Esta inversión se financiará mediante subvenciones previamente aprobadas pero no desembolsadas, lo que refuerza la confianza de Washington en la compañía y su contribución a las prioridades nacionales en el sector de los semiconductores.
Como resultado, el Gobierno adquiere 433,3 millones de acciones ordinarias de Intel a un precio de 20,47 dólares por acción. Intel subrayó que la inversión del Gobierno será de carácter «pasivo», sin representación en la junta directiva ni derechos de gobernanza.
Este desarrollo refleja un movimiento estratégico de la Administración Trump para fortalecer industrias clave, asegurando el liderazgo en tecnología y manufactura a nivel nacional.
