Es el penúltimo paso del proceso para que BBVA compre Banco Sabadell. El Gobierno tenía la capacidad de decir una última palabra y la ha aprovechado para defender el interés general, según lo dicho por Carlos Cuerpo, ministro de Economía y encargado de presentar las conclusiones del Consejo de Ministros de este martes.
Carlos Torres, presidente del BBVA, explicó este lunes que "no le cabía en la cabeza" que el Gobierno impusiera nuevas restricciones y que, por ello, no descartaba ninguna actuación al respecto. Entre ellas, retirarse o llevar las medidas del Gobierno a la Justicia.
Pese a ello, Carlos Cuerpo ha explicado en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que hay hasta cinco motivos para permitir la operación, pero a la vez impone condiciones: el mantenimiento de la personalidad jurídica y la autonomía operativa de ambas entidades, así como la separación de los patrimonios. Estas condiciones se mantendrán por al menos 3 años, que podrían prorrogarse hasta un total de cinco.
En ese sentido, BBVA no podrá solicitar la fusión de las dos entidades hasta que se cumplan estas condiciones, es decir, al menos hasta que pasen tres años, si el Gobierno no decide extender ese plazo otros dos más. Esa prórroga dependerá de dos informes que deberán presentar las dos entidades.
Para el ministro, impedir la fusión durante un mínimo de tres años es "una condición proporcionada y equilibrada que garantiza que no estamos obstaculizando que se produzca la operación". De ese modo, subraya que "para nada es un obstáculo para seguir avanzando en la integración", de modo que con estas condiciones se están protegiendo los intereses generales.
Según ha explicado Cuerpo, esa autonomía en la gestión supone una toma de decisiones efectiva autónoma en ámbitos como: financiación y crédito, decisiones relativas a los RRHH, red de oficinas y obra social a través de sus fundaciones.
En otras palabras: aunque BBVA aspire a absorber Sabadell, el Gobierno no quiere que eso implique la desaparición de su estructura operativa, su red ni su capacidad de decisión en ámbitos como la financiación a pymes o la obra social.
Los motivos aducidos por el Gobierno son cinco:
Garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial vinculada al apoyo al crecimiento y a la actividad empresarial
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- Garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial vinculada al apoyo al crecimiento y a la actividad empresarial
- Protección de los trabajadores
- Cohesión territorial
- Objetivos de política social relacionados con la obra social de las fundaciones, la protección del consumidor financiero y la vivienda asequible
- Promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico
La decisión del Gobierno deja al BBVA una patata caliente, en la medida de que tendrá que añadir nuevos compromisos a los que ya pactó con la CNMC. Tras más de un año desde que comenzó el proceso, el banco que preside Carlos Torres parece decidido a continuar y a que sean los accionistas de Banco Sabadell los que hablen y acepten o no la oferta.
Las circunstancias han hecho que gran parte de la prensa económica especializada en banca se encuentre en Santander, en los cursos de economía que el propio BBVA organiza conjuntamente con la UIMP. Por ese motivo, Cuerpo dará más explicaciones durante la tarde, en una comparecencia especial para abordar estas condiciones.
