En la reciente junta de accionistas de ACS, el presidente Florentino Pérez ha resaltado el notable crecimiento experimentado por la empresa en los últimos 25 años. La facturación de la compañía ha pasado de 2.700 millones de euros en 1999, con predominancia en el mercado español, a más de 45.000 millones de euros pronosticados para este año, de los cuales el 91% proviene de mercados internacionales. Pérez destacó que «somos ya una de las compañías españolas con mayor volumen de negocio en mercados internacionales».
Hace un cuarto de siglo, ACS era una agrupación de constructoras que realizaba el 85% de su actividad en España. En la actualidad, Pérez enfatizó que la empresa está consolidada en mercados clave alrededor del mundo, incluyendo Estados Unidos, Europa, Canadá y Australia. El presidente proporcionó detalles sobre la presencia de la compañía en sectores emergentes y disruptivos que incluyen digitalización, movilidad, demanda energética, transporte, biofarmacia, medioambiente, edificación, recursos naturales y tecnología avanzada.
ACS cuenta con una cartera total de proyectos que asciende a 88.000 millones de euros, en comparación con los 2.600 millones de euros que poseía hace 25 años. En su intervención, Pérez también mencionó el compromiso de la empresa con las nuevas necesidades de la población, señalando la participación en obras relacionadas con la inteligencia artificial, biotecnología, energías renovables y grandes infraestructuras de transporte.
La junta contó con un quórum del 66,7% del capital, donde se anticipa la ratificación de Isidro Fainé, presidente de CriteriaCaixa, como nuevo consejero dominical tras adquirir el año pasado un 9,4% del capital de ACS por cerca de 1.000 millones de euros. Además, entre los puntos de discusión se encuentra la reelección de Carmen Fernández y José Eladio Seco como consejeros independientes, la aprobación de la política de remuneración de los consejeros, el informe de gestión del consejo y la propuesta de aplicación del resultado del ejercicio de 2024.
Se propone por último un aumento de capital de hasta 600 millones de euros que servirá para financiar el pago de dos dividendos flexibles, programados para el próximo mes de julio y febrero del año siguiente.
