El Financial Times ha puesto el foco en la compleja evolución de la oferta pública de adquisición (OPA) que BBVA intenta lanzar sobre Banco Sabadell. El artículo, firmado por Patrick Jenkins, subraya que aunque la oferta ha superado los análisis antimonopolio y ha recibido el apoyo de la Unión Europea, enfrentándose a férreas oposiciones, aún persisten obstáculos significativos, especialmente dentro del contexto político español.
BBVA y la OPA sobre Sabadell: un camino lleno de obstáculos
La OPA de BBVA se inició en mayo de 2024 bajo circunstancias nada favorables: una primera resistencia significativa vino del consejo de administración de Banco Sabadell, lo que obligó a BBVA a emprender una OPA hostil dirigida directamente a los accionistas. El momento elegido fue desafortunado, coincidiendo con las elecciones autonómicas en Cataluña, lugar de origen de Sabadell. Además, las fusiones representan un reto para el Gobierno de Pedro Sánchez, que prioriza la protección del empleo.
A pesar de haber logrado el ‘visto bueno’ de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), en una fase 2 pactada con compromisos, el proceso ahora se encuentra en la fase 3, que requiere la revisión gubernamental para decidir sobre las condiciones pactadas. Este problema se intensifica porque se espera que no haya elecciones generales hasta 2027, lo que podría elevar las dificultades para obtener un gobierno más favorable a las fusiones.
El ‘FT’ resalta el inusual movimiento del Gobierno de realizar una consulta pública sobre la OPA, lo cual alarmó a la Comisión Europea, que advirtió a España sobre su falta de autoridad legal para bloquear la operación.
Declaraciones y perspectivas
Entre las voces destacadas, el presidente de BBVA, Carlos Torres, calificó la OPA de «imparable», un término que ahora parece desafiante dada la complejidad del proceso. BBVA ha expresado su descontento hacia lo que percibe como una politización del proceso antimonopolio. La finalización de la revisión ahora está en manos del Gobierno, que deberá decidir si endurece, mantiene o suaviza las condiciones.
El columnista insinúa que la clave para avanzar podría ser superar las objeciones del gobierno actual mediante la oferta de inversiones u otros incentivos.
La figura del presidente de Telefónica, Marc Murtra, se presenta como un ejemplo de cómo manejar una situación similar, al haberse ganado el respaldo del Gobierno para su agenda de fusiones, a cambio de apoyar las inversiones tecnológicas diversificadas promovidas por el Ejecutivo.
Finalmente, el artículo concluye que deberían ser los accionistas, y no los burócratas proteccionistas, quienes tengan la última palabra una vez resueltos los problemas antimonopolio, lo que refleja la opinión de que los intereses económicos podrían beneficiarse de la concreción de este acuerdo.
