El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha expresado sus reservas sobre la implementación de pluses en el salario mínimo interprofesional (SMI), propuesta apoyada por los sindicatos CCOO y UGT. Garamendi ha indicado que esta medida podría llevar a incrementos del SMI de hasta un 25% o 30%, señalando que tal acción «está fuera de lo que es el Estatuto de los Trabajadores».
Durante su intervención en los ‘XII Premios Cepyme’, Garamendi se refirió a la propuesta de CCOO y UGT de elevar el SMI en un 7,5% para 2026, alcanzando los 1.273 euros mensuales. Subrayó que si bien el salario mínimo es objeto de consulta con los interlocutores sociales, corresponde al Gobierno la decisión final, cuestionando la eficacia de la «famosa mesa de expertos».
Desde la patronal no saben nada sobre la mesa, pero que analizarán los temas para contestar
destacó Garamendi, mostrando escepticismo sobre la experticia de los involucrados.
Al abordar la discusión sobre la tributación del SMI, Garamendi calificó el debate actual como «absurdo» y sugirió que cualquier modificación debería discutirse en el Congreso. Criticó que, mientras muchas personas con SMI tributan actualmente, se plantea ahora cambiar esta situación arbitrariamente.
Desde la CEOE, abogan por una deflactación del IRPF, argumentando que los impuestos actuales generan ingresos extraordinarios que no consideran justos. Garamendi enfatizó la necesidad de establecer normas claras que determinen quién debe tributar y defendió que los cambios fiscales no deberían basarse en cálculos políticos, lo cual calificó de «muy poco serio».
Tenemos que tener la norma por la cual a partir de una cantidad pagamos o no pagamos
declaró Garamendi, emplazando a una revisión seria del sistema tributario y su impacto en los salarios.
