El fabricante estadounidense General Motors está preparando estrategias para enfrentar la posible imposición de aranceles por parte del presidente Donald Trump a las importaciones provenientes de Canadá y México. La empresa, con sede en Detroit, ha señalado que su objetivo es mitigar hasta el 50% de estos costos adicionales que afectarían a las piezas de automóviles y vehículos que ingresan a Estados Unidos desde sus dos países vecinos.
Mary Barra, directora ejecutiva de GM, ha comentado que la compañía tiene listos planes de contingencia. Esto incluye la posibilidad de evitar impactos a corto plazo que oscilarían entre el 30% y el 50% de los costos adicionales resultantes de estas tarifas.
Por otro lado, Paul Jacobson, director financiero de GM, ha advertido sobre las implicaciones de los aranceles si estos se prolongan, y ha indicado que la compañía podría evaluar medidas más drásticas, como el traslado de la producción de piezas o vehículos a otras localizaciones.
La preocupación de General Motors es compartida por su competidor Ford Motor Company. Jim Farley, CEO de Ford, ha calificado el aumento del 25% de los aranceles en Canadá y México como «devastador» y «caótico» para el sector automotriz.
Ambas compañías, según informaciones de CNBC, han contribuido con un millón de dólares cada una, junto con vehículos, a la investidura de Trump. Además, los ejecutivos de GM y Ford han confirmado que han tenido conversaciones con el presidente sobre la situación de la industria automotriz.
La mejor estrategia para mitigar el impacto de los aranceles está en el enfoque proactivo y en la preparación de planes de contingencia
