El escenario de la OPA que BBVA pretende lanzar sobre Banco Sabadell se complica por la intervención del Gobierno y los accionistas de la entidad catalana. Según fuentes cercanas al proceso, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) está considerando imponer pequeñas modificaciones en su análisis, las cuales serían acordadas con BBVA y que serían similares a las propuestas en la fase 1. Esto implica que se podrían descartar desinversiones y facilitar la operación, ignorando así las alegaciones de Sabadell, que solicitó medidas de carácter estructural y criticó la metodología utilizada por la CNMC.
El equipo legal de Sabadell había propuesto un análisis similar al que aplicó la Comisión Europea en la fusión entre TSB y Lloyds. Sin embargo, la CNMC parece haber tomado ya una decisión previa a realizar el ‘test de mercado’, que permite la participación de actores potencialmente afectados. En la fase 1, la CNMC hizo una evaluación entre distintos operadores del sector bancario, y aunque el resultado no fue concluyente, hubo preocupaciones sobre una posible disminución en el crédito a pymes.
La CNMC ya había descartado la participación de 79 organizaciones en el proceso
En cuanto a la participación de los colectivos que reclaman ser considerados en este proceso, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y otros grupos, como Foment del Treball, han presentado recursos judiciales, pidiendo que se incluyan todas las partes interesadas. La CNMC, por su parte, afirma que el proceso avanza y que respetará cualquier decisión judicial.
Si la CNMC aprueba la OPA con modificaciones, el siguiente paso será el Ministerio de Economía, que evaluará si eleva el asunto al Consejo de Ministros. Esto deberá ocurrir en un período de 15 días tras recibir la resolución de la CNMC. El Consejo de Ministros tiene un mes para dictar su decisión, considerando no solo cuestiones de competencia, sino también aspectos como la cohesión territorial y la inclusión financiera.
Los accionistas de Sabadell representan otro posible obstáculo. La entidad ha manifestado su preocupación por la valoración de su empresa y César González-Bueno, su consejero delegado, ha declarado que la oferta de BBVA es infravalorada y «no tiene sentido». Además, Carlos Torres, presidente de BBVA, ha defendido que la cotización de ambos bancos está correlacionada y que la oferta está reflejada en el precio de las acciones de Sabadell.
La operación podría ser finalmente aprobada luego de un análisis extensivo y con posibles ajustes en el proceso
Fuentes vinculadas al proceso han indicado que se espera una decisión de la CNMC entre finales de marzo y principios de abril. Posteriormente, el Gobierno podría demorar al menos 45 días en decidir sobre la operación, lo que podría atrasar el cierre definitivo. BBVA había inicialmente proyectado concluir su fusión en la segunda mitad de 2025, pero se prevé que los plazos se extiendan, posiblemente hasta septiembre, para permitir un mayor tiempo de aceptación de la OPA.