El consejero delegado de Banco Sabadell ha sido tajante al valorar la propuesta de compra lanzada por BBVA: "Esta operación en sí misma no tiene sentido". Una afirmación que resume el sentimiento dominante en la cúpula de la entidad catalana, que considera que el contexto ha cambiado radicalmente desde que se hizo público el intento de fusión.
Desde su punto de vista, la subida del precio de la acción de Sabadell en los últimos meses ha reducido de forma significativa la prima ofrecida por BBVA. Para el accionista, apenas hay diferencia económica entre aceptar la OPA o mantener su posición en Sabadell, especialmente considerando el retorno reciente y las buenas perspectivas de dividendos que ofrece el Sabadell, aseguró el directivo en su participación en los seminarios de Información Económica que organiza APIE junto con la UIMP en Santander.
Circunstancias muy distintas
El CEO de Sabadell recordó que, en el último año, las condiciones han variado drásticamente. “De los 850 millones en sinergias prometidos, 100 millones se han evaporado por cambios financieros. Los ratings han cambiado, y los 400 millones en tecnología o los 300 millones en ahorros de personal están por rehacerse. Ese folleto necesita una revisión profunda”.
Además, subraya que ni el Banco Central Europeo (BCE) ni la CNMC han dado luz verde al fondo de la operación. “El BCE no dijo que fuera buena, simplemente que no se oponía. La CNMC ha hablado de competencia. El Gobierno, por su parte, ha tomado la decisión que ha considerado conveniente”. En adición, cree que la decisión que ha tomado el Gobierno "está bien" y que es una "valoración positiva de lo que es y debe ser el funcionamiento de las empresas"
Con todo, reconoce que las condiciones han variado tanto que “la probabilidad de que la OPA prospere se ha reducido claramente”. Ello incluye la decisión del Gobierno de este martes, que restringe las posibilidades de BBVA si sigue adelante. Eso sí, concluye con serenidad: “Solo hay dos decisiones pendientes: la del BBVA y la de nuestros accionistas”.
Rechazo social y político
El rechazo al intento de compra, asegura, no se limita al ámbito corporativo. “Hay un profundo rechazo social. Desde empresarios y consumidores hasta sindicatos y comunidades autónomas de distintos signos políticos. No hay nadie que esté claramente a favor de esta operación. Si ha habido declaraciones positivas, a mí se me han escapado”.
También mencionó las palabras del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, quien afirmó que “esto no sería bueno para los territorios”, y recordó que ambos bancos son solventes, por lo que “no hay motivo para una fusión”.
Independencia y ring fencing
En relación con la gobernanza, reiteró que, si la OPA sigue adelante, se garantizará la independencia de gestión. “Existe el principio de ring fencing: cada consejero, sea independiente o dominical, debe pensar solo en los intereses del Sabadell. No en los del BBVA”.
Eso no significa que no se vayan a tomar decisiones difíciles, como posibles reducciones de empleo, pero “solo si tienen sentido para los intereses propios de Sabadell”.
Uno de los puntos más delicados sería la posible “achatarración” de la plataforma tecnológica de Sabadell, valorada en 900 millones de euros, “una decisión que solo podría tomarse si tiene sentido para el banco y si crea valor claro para los accionistas”.
También se refirió a la posible venta de TSB, asegurando que no está vinculada a la OPA. “La operación se hará o no se hará, dependiendo de si genera valor para Sabadell. No la utilizaremos como poison pill para dificultar la fusión. Pero solo venderemos si el precio está por encima de lo que estimamos que vale”.
Plan estratégico y horizonte
De cara al futuro, el banco presentará su nuevo plan estratégico el próximo 24 de julio. “Ese será el momento para que los accionistas comparen nuestro proyecto con el folleto de la OPA. No hemos cambiado ni un ápice nuestro rumbo. Las decisiones que se tomen, sea cual sea el consejo, estarán orientadas a defender los intereses del Banco Sabadell”.
