La huelga convocada por los sindicatos en Iberdrola ha conseguido un notable seguimiento en su primer día, registrando una participación de entre el 70% y el 80% de los 9,000 empleados que trabajan en más de 400 centros en España, según ha estimado UGT FICA. Esta huelga, histórica en la empresa, busca denunciar el bloqueo en la negociación del IX Convenio Colectivo y la negativa de la dirección a garantizar el poder adquisitivo de la plantilla. Los sindicatos apuntan que la dirección de Iberdrola se niega a revertir la pérdida de capacidad adquisitiva, a pesar de los millonarios beneficios que obtiene la empresa.
Las secciones sindicales de UGT FICA, CCOO de Industria y ELA han liderado la convocatoria en respuesta a «la paralización de la negociación colectiva». Alegan que la empresa ha mostrado un rechazo constante a abordar la pérdida de poder adquisitivo que la plantilla ha acumulado entre 2021 y 2024, calculada en más del 15%. Además, existe un desacuerdo manifiesto en cuanto a la reducción de la jornada laboral y los parámetros del aumento salarial propuestos, lo que incumple los acuerdos Interconfederales del V AENC.
UGT FICA ha subrayado la «ausencia de voluntad negociadora» por parte de Iberdrola en aspectos clave del convenio colectivo. La propuesta de incremento salarial de la empresa se basa en «parámetros empresariales» como la consecución de objetivos y el absentismo, lo cual, según los sindicatos, no asegura la recuperación del poder adquisitivo y aumenta la pérdida salarial de los trabajadores.
La jornada de huelga se enmarca en las movilizaciones contra la «injustificable posición de Iberdrola».
Otra de las críticas de UGT FICA es la negativa de Iberdrola a aceptar una propuesta sindical orientada a mantener el poder adquisitivo de los empleados, basada en el IPC real. Esta proposición estaba alineada con los acuerdos interconfederales suscritos entre la CEOE, Cepyme, UGT y CCOO (V AENC). Según los datos aportados por el sindicato, en los últimos cuatro años, la plantilla de Iberdrola en España únicamente ha experimentado un incremento salarial del 2,8%, mientras que el IPC del mismo periodo ascendió al 18,10%, lo que representa una pérdida de poder adquisitivo del 15,30%.
