Recientemente, Iberdrola ha logrado un nuevo récord en Bolsa, al cerrar con una subida del 1,26%, situándose en 16,44 euros por acción y alcanzando una capitalización de 105.883 millones de euros. Este hito consolida a la empresa como la eléctrica más valiosa de Europa y una de las dos mayores a nivel mundial. En lo que va del año, sus acciones han experimentado una revalorización del 23,6%.
La presentación de resultados trimestrales el pasado 30 de abril ha llevado a diversas casas de análisis a aumentar sus valoraciones de Iberdrola, subrayando su fortaleza financiera, capacidad de crecimiento y política de dividendos atractiva. Actualmente, el 95% de los expertos recomiendan comprar o mantener acciones de la compañía. Los analistas destacan su aptitud en el contexto macroeconómico actual, gracias a su perfil defensivo, presencia internacional y liderazgo en electrificación.
La rentabilidad de Iberdrola es otro aspecto muy valorado. Desde 2001, el valor de sus acciones ha pasado de 3,5 euros a más de 16 euros, distribuyendo más de 7,7 euros en dividendos. Este compromiso con los accionistas es palpable en la planificación de dividendos: en julio, la compañía repartirá un dividendo complementario de 0,404 euros brutos por acción, que se sumará a los 0,231 euros abonados en enero, totalizando 0,635 euros por título.
En el primer trimestre, Iberdrola, bajo la presidencia de Ignacio Sánchez-Galán, reportó un beneficio neto de 2.004 millones de euros, lo que representa un aumento del 26% con respecto al mismo periodo del año anterior ajustado. Las inversiones de la compañía alcanzaron un récord de 17.300 millones de euros en los últimos 12 meses, un incremento del 44% respecto al mismo periodo del año anterior.
Los analistas valoran el compromiso total de la compañía con sus accionistas y el dividendo se considera un elemento clave
Iberdrola sigue estableciendo estándares en el sector eléctrico mundial, fortaleciéndose como una inversión sólida y atractiva para los accionistas.
