Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 2.090,9 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, un 13,5% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Este resultado se ha visto afectado por los menores resultados extraordinarios del periodo -que alcanzaron a septiembre de 2017 los 759 millones de euros- y por la peor evolución del área de Generación y Clientes en España, que contrasta con el buen comportamiento de todos los negocios en el resto del mundo.
Con todo, el beneficio neto ordinario del grupo se ha situado en 2.051,3 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 38% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Con todo, el beneficio neto ordinario del grupo se ha situado en 2.051,3 millones de euros durante los nueve primeros meses del año
Así, el grupo prevé superar los 9.000 millones de euros de Ebitda para 2018 y alcanzar un beneficio neto de 3.000 millones de euros, sin considerar las plusvalías de la recientes desinversiones.
En línea con estos resultados, el Consejo de Administración de la Sociedad ha aprobado una remuneración a cuenta de 2018 de, como mínimo, 0,15 euros brutos por acción, dentro de una nueva edición del programa Iberdrola Retribución Flexible, que permite a los más de 600.000 accionistas de Iberdrola elegir entre recibir efectivo o nuevas acciones del grupo de forma gratuita.
El importe fijado supone un incremento del 7,1% con respecto al dividendo a cuenta de 2017 (0,14 euros brutos por acción) y se materializará en febrero de 2019.A esta cantidad habrá que añadir la remuneración complementaria con cargo a 2018, que se abonaría en julio de 2019 tras su aprobación por parte de la Junta General de Accionistas de la Sociedad.