El director de Regulación de Iberdrola España, Patxi Calleja, ha expresado su preocupación por las consecuencias «dramáticas» que podría tener el modelo retributivo propuesto por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para las redes eléctricas. En un comentario firme, Calleja pidió «altura de miras» al organismo regulador antes de que se apruebe la medida a finales de este año.
Durante su intervención en las jornadas ‘Euskadi, hacia el futuro’, organizadas por Europa Press Euskadi en Bilbao, Calleja afirmó: «Parece mentira que en esta transición el cuello de botella sea aquello que sabemos hacer hace más de 100 años, que son redes eléctricas». Subrayó la necesidad de que gobiernos, asociaciones, y empresas eléctricas trabajen en conjunto para evitar limitaciones al crecimiento debido a un problema de infraestructura.
Los problemas de infraestructura no son problemas de países desarrollados, son problemas de países en desarrollo
Según Calleja, Europa siempre pagará un precio más alto por el gas en comparación con Estados Unidos y Asia debido a los costos de transportación, lo que limita la competitividad de la región en el mercado energético global. Iberdrola ha notado un incremento significativo, multiplicándose por diez en cuatro años, de conexiones a la red eléctrica. Sin embargo, la red existente en algunas regiones, especialmente en Gipuzkoa, Álava y Bizkaia, está prácticamente saturada, lo que se ha convertido en un cuello de botella para la transformación y la innovación.
Calleja agradeció al Gobierno vasco por su esfuerzo en abordar estos problemas, pero también advirtió sobre «la pérdida de foco» en parte de la Administración central en cuanto a la regulación que abarca las inversiones desde 2026 hasta 2031.
Reducción de costes y desafíos futuros
La nueva propuesta de regulación sugiere un recorte del 37% en los costes, algo que Calleja compara con reducir servicios universales como la sanidad o la educación. «Tenemos la distribución eléctrica más barata que Europa», indicó, citando un informe reciente de EY. Alertó que la propuesta actual podría llevar a un «Aliexpress de la distribución», afectando la capacidad de proporcionar un servicio de calidad.
Además, Calleja cuestionó el concepto de limitar las conexiones de clientes, algo inédito para un servicio universal. Según la propuesta, se reconoce una inversión máxima de 257 euros por kilovatio. «¿Qué va a pasar con todas aquellas viviendas, proyectos, conexiones, que cuesten más de 257 euros su conexión?» planteó, sugiriendo que muchos proyectos actuales no habrían sido viables bajo estas normas.
No se unen 73 asociaciones empresariales de todo el Estado para pedirle a un organismo regulador que reflexione y que esté a la altura del momento
Calleja destacó la unidad de 73 asociaciones empresariales, incluidas las vascas, que instan a la CNMC a reconsiderar su propuesta, argumentando que las decisiones que se tomen ahora tendrán repercusiones significativas a largo plazo.
