Iberdrola ha convocado a sus accionistas minoritarios este lunes en Bilbao con el propósito de acercar la empresa a sus inversores. La compañía, que preside Ignacio Galán, sigue adelante con su iniciativa de mantener encuentros regulares con los accionistas, cuyo objetivo es “impulsar un diálogo permanente, fluido y cercano” con estos grupos, que son fundamentales en su estrategia empresarial.
Ignacio Cuenca, director de Relación con Inversores, liderará la reunión en la Torre Iberdrola de Bilbao, donde presentará el balance de la compañía correspondiente al ejercicio anterior. En el futuro, se programarán más encuentros centrados en distintas áreas de negocio, que contarán con la participación de otros altos directivos.
El primer encuentro tuvo lugar el 28 de enero en Valencia, donde Eva Mancera, consejera delegada de i-DE, y Guillermo Raga, director de i-DE en la Región Este, presentaron a más de medio centenar de accionistas el plan il.lumina, que contempla una inversión de 100 millones de euros para el rediseño de la red eléctrica de distribución afectada por la dana del 29 de octubre.
Estas acciones forman parte de la “política de involucración de los accionistas”, que fue aprobada por el Consejo de Administración hace una década y está reflejada en los Estatutos Sociales, enfocándose especialmente en los pequeños inversores. Iberdrola ha sido pionera en adoptar esta estrategia de gestión, buscando involucrar a todos sus grupos de interés en su proyecto empresarial, fundamentada en la transparencia y la divulgación eficaz de sus actividades.
Esta iniciativa se ha consolidado como una buena práctica por parte del resto de grandes cotizadas en la Bolsa española
Además, la empresa destacó su compromiso con los accionistas, considerando el dividendo como un elemento clave de su relación. Iberdrola ha propuesto un dividendo bruto de 0,635 euros por acción para el ejercicio 2024, un 15% superior al repartido en 2023. A esta cuantía se añadirá el dividendo de involucración, sujeto a aprobación en la Junta General de Accionistas.
Desde 2001, las acciones de Iberdrola han visto un incremento de valor de 3,5 euros a más de 14 euros, junto con el reparto de más de 7,7 euros en dividendos, lo que ha sido destacado por analistas como un indicativo de la rentabilidad de la compañía.