El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que el «denostado diésel salvó a este país» durante el apagón del pasado 28 de abril. En su participación en la XVIII edición del Foro Empresarial de Gipuzkoa, organizado por El Diario Vasco en colaboración con Laboral Kutxa y EY, Imaz subrayó la importancia de utilizar todas las fuentes de energía disponibles para lograr la descarbonización, haciendo hincapié en que
el debate no debe ser nunca sobre reducir las energías renovables
.
Imaz destacó que es una «responsabilidad moral» seguir produciendo diésel para garantizar que los productos lleguen a los supermercados, así como mantener la producción de gas y queroseno, esenciales para la actividad industrial y el turismo. Asimismo, enfatizó la necesidad de hacer estos procesos de manera más sostenible.
El consejero también hizo un llamada a centrar la política energética en la competitividad de las empresas europeas, señalando que en los últimos seis años se ha perdido un 12% de las empresas con alto consumo energético en Europa. «La primera razón son los altos costes energéticos», afirmó, abogando por políticas energéticas que prioricen la seguridad de suministro, la asequibilidad y la descarbonización.
Imaz criticó las propuestas de gravámenes a las energéticas, alertando que estas podrían causar daños significativos a la inversión industrial en el país. «Fue un alivio que no prosperara», comentó, ya que habría generado un impacto negativo en el tejido industrial y en el empleo asociado a ese sector.
En cuanto al debate sobre las energías renovables, Imaz destacó que son esenciales para el sistema eléctrico y su competitividad, aclarando que no se deberían disminuir. Su postura respecto a la energía nuclear es de neutralidad, defendiendo la necesidad de un enfoque tecnológico agnóstico y que se considere un mix energético adecuado que asegure suministro y competitividad.
Por último, comentó sobre la dependencia energética de Euskadi, recordando que no se ha puesto en marcha un aerogenerador en 22 años, lo que presenta un desafío significativo. Imaz insiste en la necesidad de contar con las infraestructuras adecuadas para facilitar una transición energética que abarque de manera eficaz tanto la generación renovable como las conexiones necesarias para abastecer la demanda del territorio.
