La directora general de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), Leire Iglesias, ha realizado un importante anuncio respecto al futuro del mercado de vivienda en España. A partir de 2026, la nueva empresa estatal de vivienda planea lanzar «grandes paquetes de vivienda todos los trimestres», con condiciones de acceso más flexibles. Iglesias, durante su intervención en un Foro de Vivienda de Infolibre, explicó que para poder optar a estas viviendas no se exigirán límites de renta «muy exigentes».
Iglesias reveló que muchas de estas viviendas provendrán de la recuperación de inmuebles de la Sareb, aproximadamente unas 40.000 propiedades, gestionadas por la nueva Empresa Estatal de Vivienda. Además, la Administración General del Estado contribuirá con otros paquetes de viviendas. Según Iglesias, el objetivo es poner estas viviendas a disposición de los ciudadanos lo antes posible, asegurando que estén en condiciones dignas y asequibles.
En relación con las viviendas del conocido como banco malo, Iglesias detalló que se desarrollarán experiencias piloto este mismo año, una vez que se solucionen los problemas administrativos y se adecúen las propiedades. «Ya hemos ido haciendo las primeras licencias, que nos van a servir para poner en marcha el servicio», afirmó.
Leire Iglesias enfatizó que las viviendas se ofertarán de una manera acorde con el «siglo XXI», utilizando herramientas modernas como la transparencia y la inteligencia artificial. Los ciudadanos podrán experimentar un proceso de adjudicación en el portal inmobiliario que está desarrollando el Gobierno, accediendo fácilmente a visitas y selecciones.
Los controles de precio y la permanencia pública de la vivienda buscan evitar la especulación, asegurando que los «buitres» no acudan.
Finalmente, Iglesias defendió la limitación de rendimientos y la colaboración público-privada, afirmando que estos mecanismos son esenciales para proteger el mercado de viviendas de intereses especulativos. «Soy extremeña. Sabemos mucho de cómo se comportan los buitres», comentó, haciendo una analogía con los oportunistas del mercado. Sin espacio para estos «buitres», el objetivo es mantener las prácticas dentro de lo que es «medianamente razonable».

