La patronal Foment del Treball ha expresado su rechazo a la reciente aprobación del anteproyecto de ley que propone una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, considerándola como «insuficiente y perjudicial para las empresas». A través de un comunicado emitido tras la decisión legislativa, Foment ha subrayado la importancia de que dichas medidas se gestionen mediante la negociación colectiva y el diálogo social bipartito.
No obstante, la organización ha clarificado que no se opone a la reducción de la jornada laboral de manera general; más bien, su objeción radica en la uniformidad de la aplicación de esta medida a todos los sectores.
Además, Foment ha advertido sobre los costes adicionales que podría conllevar esta reducción, indicando que las pequeñas y medianas empresas se verían especialmente afectadas, dadas sus limitaciones financieras.
La reducción de la jornada implica costes adicionales, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, donde los recursos financieros son limitados
Este escenario configura un entorno de incertidumbre para las empresas, que deben balancear la necesidad de adaptarse a nuevas legislaciones con las realidades económicas actuales.