La propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin afectar el salario ha dado lugar a un análisis detallado sobre su impacto en el coste salarial. Según la versión definitiva de la memoria económica que acompaña al proyecto de ley, a la que ha tenido acceso Europa Press, el escenario más pesimista indicaría un incremento del coste salarial por hora trabajada de hasta un 6,67% para aquellos trabajadores que, antes de la reforma, laboraban 40 horas semanales.
No obstante, este escenario no es el predomínate en el país. Para casi 14,5 millones de trabajadores del sector privado, el aumento del coste por hora sería del 2,21%. Además, hay más de 1,88 millones de trabajadores para los que no se prevé ningún incremento en el coste salarial.
Desde el Ministerio de Trabajo subrayan que estos potenciales incrementos en los costes horarios no se traducen necesariamente en un aumento en la masa salarial empresarial ni en un incremento de los costos totales para las empresas. Según argumentan, la reducción de jornada puede ser compensada en gran parte a través de un aumento de la productividad.
Otro aspecto a considerar, según el Ministerio, es la capacidad de las empresas para absorber estos incrementos de coste. Esta capacidad puede observarse en los márgenes y beneficios empresariales, que han crecido un 56% desde 2009 y un 36% desde 2019.
De acuerdo con las estimaciones, la disminución de la jornada laboral beneficiará a un total de 12,5 millones de trabajadores en el sector privado, de los cuales 6,8 millones son hombres y 5,7 millones son mujeres. En cuanto al tipo de jornada, 10,5 millones son trabajadores a tiempo completo y dos millones a tiempo parcial.
En términos sectoriales, la reducción de la jornada afectará a 2,4 millones de trabajadores en el comercio, dos millones en la industria manufacturera, 1,4 millones en la hostelería y un millón en construcción. Sin embargo, los sectores como educación, administración pública y actividades financieras verán un efecto más limitado, debido a que ya cuentan con jornadas medias pactadas de 37,5 horas semanales o menos.
Finalmente, en lo que respecta al tamaño de las empresas, se estima que los empleados de las microempresas deberán reducir su jornada en 70 minutos a la semana, aquellos de empresas de entre 10 y 49 trabajadores en 55 minutos, los de empresas de entre 50 y 249 en 20 minutos, y los de empresas de 250 o más en 39 minutos.
