El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha calificado este miércoles la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas como «una bomba nueva» destinada a afectar a todo el tejido empresarial. Amor ha expresado que una medida de esta naturaleza, sin diálogo social y sin negociación colectiva, supondrá «otro castigo importante» para las pequeñas empresas y para los autónomos.
Durante su intervención, Lorenzo Amor ha destacado que los autónomos y las pequeñas empresas están padeciendo en la actualidad el «castigo» de una excesiva burocracia y regulación. Los datos muestran que el empleo está aumentando en las grandes empresas, mientras que se está destruyendo en el segmento de los autónomos y en aquellas empresas que cuentan entre uno y tres trabajadores.
Los autónomos son quienes mantienen la economía y cohesionan socialmente las comunidades
En ese marco, ha hecho un llamado a las administraciones para que reconozcan que las pequeñas empresas y los autónomos son pilares fundamentales en el mantenimiento de la economía y en la cohesión social de numerosos municipios. Amor ha señalado que en muchas regiones, el fenómeno de la despoblación está estrechamente relacionado con la pérdida de tejido empresarial.
Al concluir su discurso, ha subrayado que apoyar a los autónomos y a los empresarios es respaldar a toda la ciudadanía, enfatizando la urgencia de situar sus necesidades en «el centro de la agenda». Lorenzo Amor realizó estas declaraciones en León, durante la asamblea general de la Federación Leonesa de Empresarios (FELE), donde estuvo acompañado por destacados representantes institucionales y sociales como el presidente de la FELE, Juan María Vallejo, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, el alcalde de León, José Antonio Diez, y el presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel.
