Las declaraciones de quiebra de las empresas españolas han visto un incremento del 26% en 2024, alcanzando un total de 6.690 insolvencias, marcando así el nivel más alto en una década. Esta información proviene del ‘Global Bankruptcy Report 2025’ de Dun & Bradstreet, publicado por Informa D&B. Este aumento sitúa a España como el segundo país con mayor incremento de quiebras en Europa occidental y central, solo superado por los Países Bajos, que registraron un aumento del 30%.
El informe señala que, a pesar del crecimiento económico del país, las insolvencias han alcanzado cifras récord, lo que se atribuye en parte a los efectos de la Ley Concursal de 2022. En 2023, España había registrado una reducción en el número de quiebras, encontrándose en contraste con la tendencia observada en la mayoría de los países europeos. El análisis sugiere que el aumento de 2024 podría estar relacionado con empresas que intentaron reestructurarse bajo la nueva normativa de 2023 pero que no tuvieron éxito, lo que retrasó la declaración de quiebra hasta este año.
Los sectores más afectados por el incremento en las insolvencias fueron el sector financiero y de seguros, con un aumento del 72,5%, y el de información y comunicaciones, con un 68,5% de incremento
En términos globales, las quiebras crecieron un 65% en el último año, alcanzando una cifra récord en los últimos doce años, con un crecimiento anual compuesto del 10% en los últimos cuatro años. Según Arun Singh, economista jefe de Dun & Bradstreet, este aumento no es fruto de un evento puntual, sino de una «tensión financiera prolongada». Singh explica que, aunque muchas empresas sobrevivieron a las primeras etapas de la pandemia gracias a medidas gubernamentales, la retirada de dichas ayudas expuso vulnerabilidades fundamentales en el mercado.
Las previsiones para 2025 indican que las quiebras seguirán en aumento, afectadas por desafíos geopolíticos y disrupciones comerciales. Las políticas arancelarias han complicado el entorno operativo para las empresas, lo que podría mantener la trayectoria ascendente de las quiebras a lo largo de 2025. Singh destaca que, a pesar de una esperada «ligera mejora» en las condiciones económicas, los riesgos siguen estando inclinados hacia un panorama negativo debido a condiciones financieras restrictivas.
