La Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil ha manifestado su preocupación por la imposición de nuevos aranceles del 50% a los productos brasileños que se importen a Estados Unidos a partir del próximo 1 de agosto. Este escenario ha generado sorpresa en los círculos empresariales brasileños y ha motivado un llamado para intensificar las negociaciones con el Gobierno de Donald Trump, con la intención de mitigar el impacto económico.
Un impacto significativo en la industria brasileña
Ricardo Alban, presidente de la CNI, ha expresado que «no existe ningún hecho económico que justifique una medida de esta magnitud». Según él, incrementar los aranceles desde un mínimo a un máximo dañará gravemente la industria brasileña, estrechamente integrada con el sistema productivo estadounidense. Según sus estimaciones, esta medida impactará la competitividad de cerca de 10.000 empresas brasileñas que exportan a Estados Unidos.
El impacto de estos aranceles podría ser grave para nuestra industria, que está estrechamente interconectada con el sistema de producción estadounidense
Además, un tercio de las empresas encuestadas por la CNI, que exportan bienes o servicios al mercado estadounidense, han reportado efectos negativos debido al arancel básico del 10% y otras medidas comerciales sectoriales. La patronal subraya la necesidad de mantener un diálogo efectivo entre los gobiernos de ambos países, crucial para conservar una relación económica que se ha construido durante dos siglos.
Una historia de superávit
La CNI ha recordado que, contrariamente a las afirmaciones del Gobierno estadounidense, Estados Unidos ha tenido un superávit comercial con Brasil durante más de 15 años. Este superávit acumuló, en la última década, 91.600 millones de dólares en comercio de bienes y 256.900 millones de dólares si se incluye el comercio de servicios.
Siempre hemos defendido el diálogo como la vía más eficaz para resolver las diferencias y buscar soluciones que beneficien a ambos países
Según los datos proporcionados por la CNI, por cada 1.000 millones de reales (equivalentes a 152 millones de euros) exportados a Estados Unidos, se generaron 24.300 empleos, sumando cifras significativas en salarios y producción en Brasil. La urgencia de establecer una comunicación efectiva y constructiva entre ambas naciones se torna, por tanto, aún más evidente, para evitar la erosión de una relación comercial extensa y beneficiosa para ambas partes.
