El primer ministro en funciones de Portugal, Luís Montenegro, ha presentado este jueves un ambicioso paquete de medidas que supera los 10.000 millones de euros. Este plan tiene como objetivo responder a la reciente cascada de aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los cuales han sido posteriormente matizados. Durante su comparecencia ante los medios, al finalizar el Consejo de Ministros, Montenegro destacó la sólida amistad que une a Portugal y Estados Unidos, así como la intensa relación política y económica entre ambos países. Sin embargo, también reconoció la existencia de «algunas divergencias», una realidad común entre «grandes amigos».
Una guerra comercial pone en peligro el crecimiento mundial y, en última instancia, no beneficia a nadie
El mandatario luso subrayó la importancia de evitar una guerra comercial, señalando que esta situación podría perjudicar a la economía global. En este sentido, celebró la decisión de Trump de establecer una pausa de tres meses para la imposición de ciertos aranceles. Montenegro hizo un llamado a la calma, insistiendo en que la negociación es una prioridad absoluta. Esta postura está en total consonancia con la doctrina de la Comisión Europea, que asume las competencias en materia de comercio.
El plan gubernamental está especialmente enfocado en las empresas exportadoras que podrían verse impactadas por las medidas tomadas por Trump. Entre las medidas anunciadas, se incluyen líneas de crédito que ascienden hasta 8.600 millones de euros a través del Banco de Fomento, así como un incremento de 1.200 millones de euros en los seguros de crédito para exportación.
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