Viscofan, el fabricante navarro de envolturas cárnicas, vivió este martes una de las jornadas más complicadas de su historia bursátil, tras un desplome del 13% en sus acciones a raíz de un reportaje publicado por Hunterbrook Media, un portal estadounidense vinculado a un fondo de inversión libre (hedge fund). El artículo señalaba presuntas violaciones medioambientales en la planta de la compañía en Danville, Illinois, acusándola de emitir sustancias tóxicas, verter residuos peligrosos en los ríos cercanos y poner en riesgo la salud de los trabajadores y de los habitantes de la localidad. Hunterbrook recogía testimonios de exempleados y registros públicos que, según su investigación, indicaban que la planta había incumplido repetidamente la Ley de Aire Limpio y otras normativas medioambientales en los últimos años, además de retirar la protección sindical local.
La compañía española reaccionó rápidamente a las acusaciones, emitiendo un comunicado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que calificaba la información de Hunterbrook como “inexacta y engañosa” y aseguraba que detrás de la publicación había intereses bajistas. Viscofan afirmó que Hunterbrook es conocido por vender acciones en corto, operar un bufete de abogados afiliado y difundir información con fines lucrativos. La empresa subrayó que su planta en Danville cumple con estrictas medidas medioambientales y de seguridad laboral, que son revisadas regularmente por las autoridades estadounidenses, y que mantiene certificaciones internacionales como ISO 45001, el estándar más exigente en gestión de salud y seguridad laboral.
Hunterbrook Media, fundado en 2023 por Nathaniel Brooks Horwitz y Sam Koppelman, combina funciones de medio de comunicación, despacho legal y fondo de inversión. Aunque en el momento de la publicación no mantenía posiciones sobre Viscofan, el portal advierte que sus inversiones pueden cambiar en cualquier momento y que su brazo legal estudia posibles acciones en nombre de víctimas afectadas por las prácticas empresariales que investigan. La compañía también mantiene relaciones con la Agencia de Protección Ambiental de Illinois y otras autoridades reguladoras, compartiendo información sobre las instalaciones que investigan.
El reportaje de Hunterbrook detalla la supuesta exposición de trabajadores a químicos como disulfuro de carbono, sulfuro de hidrógeno y amoníaco, todos relacionados con daños neurológicos, respiratorios y cardiovasculares, y apunta que se ha observado un aumento de enfermedades graves entre los empleados y residentes de la zona. El artículo menciona cerca de dos docenas de exempleados con patologías como cáncer, Parkinson o problemas cardiovasculares, y denuncia un historial de incumplimientos que, según el medio, han sido solventados únicamente mediante acuerdos de cumplimiento de la normativa ambiental, cinco desde 2015.
Frente a estas acusaciones, Viscofan defendió su trayectoria y compromiso con la comunidad de Danville, destacando que actualmente emplea a 260 personas en la planta y que ha invertido más de 65 millones de euros en los últimos cinco años para mejoras ambientales y de seguridad. La compañía asegura que su historial de seguridad es sólido, con solo dos accidentes leves este año y un índice de gravedad muy por debajo del promedio del sector, reafirmando su objetivo de “cero accidentes”. Además, recordó que en la última década no ha sido sancionada ni ha tenido que pagar multas medioambientales, y que mantiene procedimientos rigurosos para garantizar el cumplimiento total de la normativa vigente.
Viscofan logra un beneficio de 69,76 millones, un 1,3% más, en el primer semestre del año
