Los bancos Citi, HSBC, Morgan Stanley y Royal Bank of Canada han acordado pagar un total de 104,46 millones de libras (equivalente a 126 millones de euros) a la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido debido a un caso de intercambio de información sensible relacionado con bonos del Gobierno británico, conocidos como ‘gilts’. Este comportamiento se llevó a cabo a través de salas de chat privadas en plataformas de información financiera.
El Deutsche Bank, que también estuvo involucrado en estas prácticas, ha conseguido inmunidad tras informar al regulador sobre los hechos. Citigroup, por su parte, solicitó indulgencia durante la investigación, lo que resultó en una multa reducida. Las infracciones ocurrieron entre 2009 y 2013, con los últimos intercambios registrados en 2010 para HSBC, en 2012 para Morgan Stanley y en 2013 para Citi, Deutsche Bank y el Royal Bank of Canada.
Los operadores de estas entidades facilitaron información sobre aspectos vitales de la fijación de precios de los bonos del Reino Unido a través de interacciones «uno a uno». En detalle, Citi pagará una multa de 17,16 millones de libras (20,7 millones de euros), que incluye un descuento del 35% por su cooperación y un adicional del 20% por alcanzar un acuerdo con la CMA antes de la declaración de objeciones.
Por su parte, HSBC deberá abonar 23,4 millones de libras (28,2 millones de euros), Morgan Stanley 29,7 millones de libras (35,8 millones de euros), y Royal Bank of Canada 34,2 millones de libras (41,3 millones de euros). Las multas se deben pagar antes del 22 de abril del próximo año y han sido calculadas teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde que finalizaron las infracciones y las medidas de cumplimiento que las entidades han implementado.
Juliette Enser, directora ejecutiva de Cumplimiento de la Competencia en la CMA, destacó que «las multas impuestas hoy reflejan el compromiso de la CMA de abordar las infracciones de la ley de competencia y disuadir la conducta anticompetitiva», añadiendo que los importes hubieran sido significativamente más altos si no se hubieran adoptado las medidas de cumplimiento necesarias para evitar futuros incidentes.
