El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, ha expresado su preocupación por el impacto fiscal que podría tener la aceptación de la OPA del BBVA, destacando que es un aspecto «punto a tener muy en cuenta» al tomar una decisión al respecto. Durante su intervención en el XLII seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), González-Bueno explicó los detalles sobre las implicaciones fiscales de la oferta.
Consecuencias fiscales de la oferta
En el contexto de la oferta, Banco Sabadell ha señalado que si el pago incluye un 10% o más en efectivo, y no exclusivamente en acciones, la operación dejaría de ser considerada fiscalmente neutral por Hacienda. Según la propuesta, cada 5,3456 acciones ordinarias de Banco Sabadell permitirían recibir una acción ordinaria de nueva emisión de BBVA más 0,70 euros en metálico.
El régimen de neutralidad fiscal «no aplica» cuando se supera el 10% de valor nominal de las acciones de BBVA
Como resultado, la operación se consideraría una venta y los accionistas tendrían que tributar como rendimiento del ahorro. Las personas físicas pagarían entre el 19% y el 30% de las plusvalías en el IRPF, mientras que las personas jurídicas tributarían un 25% en el Impuesto de Sociedades, y los no residentes lo harían según sus normativas fiscales respectivas.
Impacto para los accionistas de Banco Sabadell
González-Bueno destacó que la venta no estaría sujeta a retención inicial, lo que implicaría que el abono de los impuestos se realizaría al presentar la Declaración de la Renta o del Impuesto de Sociedades. Según los datos internos del banco, bajo las condiciones actuales, el 88% de los accionistas del Sabadell enfrentarían mayores impuestos de los que recibirían del BBVA en efectivo.
Para el 88% de los accionistas supondría un desembolso. El vender las acciones, en lugar de un ingreso, correspondería con un pago
En línea con esto, la Asociación de Accionistas Minoritarios de Banco Sabadell ha alertado sobre el «significativo impacto fiscal negativo» que supondría la operación en sus condiciones actuales, al tener que pagar impuestos a Hacienda superiores a lo recibido del BBVA en metálico.
