Banco Santander ha revelado sus planes para completar la fusión de sus negocios europeos, Santander Consumer Finance (SCF) y Openbank, siguiendo un detallado calendario que prevé alcanzar todas las autorizaciones necesarias en abril de 2026. Este proyecto de fusión, que fue anunciado a mediados de octubre, ya ha sido aprobado por los consejos de administración de ambas entidades. El siguiente paso será obtener autorizaciones clave del Banco Central Europeo y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, especialmente para expandir la distribución de seguros en Alemania, Austria, Países Bajos y Portugal.
El banco anticipa que solicitará formalmente al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa la autorización para proceder con la fusión a principios de diciembre. Esperan recibir el visto bueno a mediados de abril de 2026, lo que les permitiría cumplir con todas las condiciones necesarias antes de finalizar ese mes. Esta operación implica la absorción de Openbank por parte de SCF, con la particularidad de que Openbank será disuelta sin liquidación y todos sus activos y pasivos serán transferidos a SCF, aunque la marca de uso será Openbank.
La fusión se lleva a cabo bajo un régimen especial simplificado, dado que ambas entidades tienen a Banco Santander como accionista único. Esta estrategia forma parte de un más amplio proceso de reordenación societaria cuyo objetivo es implementar una unidad de negocio global denominada Digital Consumer Bank, bajo cuya marca unificada de Openbank operarán todos los negocios europeos tanto de activos como de pasivos.
Santander subraya que el proceso permitirá utilizar la infraestructura corporativa del subgrupo de SCF sin incurrir en duplicidades operativas
El grupo espera que esta reestructuración no afecte de forma significativa las condiciones de empleo. En efecto, la plantilla de Openbank será integrada en SCF manteniendo sus derechos laborales y de seguridad social. Aunque se realizará un análisis para evaluar si se necesita alguna medida laboral, el banco indica que no se prevé ningún cambio sustancial en términos de condiciones de trabajo o ubicaciones.
La operación se justifica además por la búsqueda de eficiencia operativa y mejoras en la gobernanza. Según el banco, esta fusión permitirá aprovechar las sinergias existentes y reducir los costos administrativos derivados de mantener estructuras jurídicas independientes para ambos negocios.
