Talgo enfrenta nuevos desafíos al retrasarse una vez más en su compromiso de entrega de 13 nuevos trenes de alta velocidad a Renfe. Este incumplimiento podría derivar en sanciones adicionales a las ya impuestas por la demora de los famosos Avril 106. Actualmente, la empresa confronta multas por valor de 116 millones de euros debido al aplazamiento de más de dos años y medio en la entrega.
El impacto de los retrasos en la inversión de Renfe
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, subrayó la relevancia del retraso durante la presentación del nuevo plan de inversión de 1.000 millones de euros de Renfe, destinado a renovar talleres y reducir incidencias. “Los 107 tendrían que haber llegado y seguimos sin fecha de entrega”, afirmó Puente, destacando la necesidad de nuevos trenes.
La incertidumbre en la entrega explica el reciente viaje del ministro a Alemania para explorar opciones con la fábrica de Siemens, aunque con cierto escepticismo respecto a los plazos deseados: "Tenía expectativas más altas sobre la compra de trenes con plazos más cortos, pero no sé si se verán cumplidas".
Estos trenes 107 están relacionados con un contrato otorgado a Talgo en 2021, tasado en 126 millones de euros, para fabricar 26 locomotoras de alta velocidad. Sin embargo, el mantenimiento, adjudicado también a Talgo por 84 millones, debería haber comenzado en septiembre de 2024, pero los trenes no han empezado a operar.
Ampliación de la capacidad industrial de Talgo
Aparte de los trenes, en 2018 Talgo consiguió otro contrato para adecuar 156 vagones trenhotel para velocidades de 330 kilómetros por hora, con un valor adicional de 107 millones de euros. Todos estos contratos alcanzan los 317 millones de euros, lo que incrementa la presión sobre Talgo, que enfrenta una posible multa del 15% por el retraso en el proyecto.
Mientras tanto, un consorcio vasco, compuesto por Sidenor, el Gobierno vasco, BBK, Vital y el Estado a través de SEPI, planea adquirir el 30% de Talgo con una inversión de 75 millones. Este movimiento busca fortalecer la capacidad industrial de Talgo y prevenir futuros retrasos.
El Gobierno ya ha lamentado en varias ocasiones el perjuicio que estos retrasos suponen para la ciudadanía
El impacto se siente mientras varias líneas aguardan la llegada de nuevos trenes, como los 107, que prometen facilitar la conexión de alta velocidad a Galicia y Asturias sin transbordos.
