A lo largo de los años, Ryanair, la aerolínea irlandesa de bajo coste, ha protagonizado múltiples enfrentamientos con autoridades, empresas e instituciones. Este año, estas tensiones se intensifican en España, donde la compañía libra batallas simultáneas en varios frentes: entre ellas, contra AENA por las tarifas aeroportuarias, contra el Gobierno por sus políticas comerciales y contra las agencias de viajes online por el control de la venta de billetes.
La guerra con AENA se recrudece por las tarifas aeroportuarias
El gestor aeroportuario español, AENA, anunció un incremento del 6,5% en las tasas aeroportuarias para 2026, situándolas en 11,03 euros por pasajero, el nivel más alto en una década. Esta medida ha sido calificada por Ryanair como "inaceptable" por su consejero delegado, Eddie Wilson, especialmente en un contexto en el que AENA reporta beneficios récord y un aumento histórico de pasajeros.
Como respuesta, Ryanair ha decidido recortar casi un millón de plazas en aeropuertos regionales españoles para la temporada de invierno 2025-2026. Ya en verano redujo un 18% su capacidad, eliminando 800.000 asientos, 12 rutas y cerrando bases en Jerez, Valladolid y Santiago de Compostela, donde había invertido cientos de millones de dólares.
Wilson acusa al Gobierno español de "indiferencia" ante esta situación, denunciando que la infraestructura regional está infrautilizada en un 70% y que las tarifas elevadas de AENA impiden que estos aeropuertos compitan con regiones europeas como Italia, Suecia o Hungría, donde los costes son menores y fomentan el crecimiento. Según Ryanair, esta política obliga a desviar inversiones y capacidad a mercados extranjeros más atractivos.
Desde el Ejecutivo, el ministro de Transportes, Óscar Puente, calificó la actitud de Ryanair como "chantaje" y recordó que, a pesar de las amenazas, la aerolínea ha incrementado su capacidad total en España. Además, señaló que las demandas de Ryanair incluían descuentos que afectarían a todas las compañías. AENA, por su parte, sostiene que los recortes forman parte de la estrategia comercial de Ryanair para centrarse en aeropuertos más rentables y maximizar beneficios.
Frente judicial con las agencias online: Booking, Expedia y eDreams
Desde hace más de una década, Ryanair mantiene una tensa relación con las agencias de viajes online (OTAs) como Booking, Expedia o eDreams, a las que acusa de inflar los precios, ocultar comisiones y ofrecer información errónea sobre sus vuelos. Michael O'Leary, CEO del grupo, llegó a calificarlas de "parásitos" que se aprovechan de su marca y de su tráfico.
Este conflicto ha derivado en múltiples demandas judiciales en Europa y en agresivas campañas de comunicación. Ryanair insiste en que los billetes deben adquirirse exclusivamente a través de su web oficial, donde puede garantizar la transparencia de precios y condiciones. Las agencias, por el contrario, defienden su papel como intermediarios legítimos que ofrecen valor añadido al consumidor.
En 2023 y 2024, la tensión alcanzó un punto crítico cuando miles de pasajeros sufrieron cancelaciones y problemas de check-in tras comprar billetes a través de estas plataformas. Aunque en 2025 Ryanair ha suavizado parcialmente su postura cerrando acuerdos con Booking y Expedia, que ahora muestran precios más claros y alineados con su política, el enfrentamiento con eDreams continúa, con litigios activos y acusaciones mutuas.
Multa histórica y guerra abierta con el Gobierno por las maletas
El verano de 2025 ha estado marcado por un enfrentamiento sin precedentes entre Ryanair y el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, liderado por Pablo Bustinduy. El Gobierno impuso a la aerolínea una multa récord de 107 millones de euros por considerar abusivas sus políticas de cobro por el equipaje de mano y la elección de asientos, prácticas que, según Consumo, ocultan el precio real del billete y vulneran los derechos del consumidor.
En una rueda de prensa en Madrid, Michael O'Leary amenazó con subir tarifas en España si se mantenían las sanciones. También acusó al Ejecutivo de usar a Ryanair como chivo expiatorio y de poner en riesgo el turismo nacional. La sanción fue respaldada por asociaciones de consumidores, que celebraron la firmeza del Gobierno tras años de denuncias. En cambio, algunos sectores empresariales alertaron sobre el riesgo de generar "inseguridad regulatoria".
Este conflicto ha reavivado el debate sobre los límites de las políticas agresivas de bajo coste y la necesidad de garantizar derechos básicos para los pasajeros. La disputa se ha convertido en símbolo del pulso entre una aerolínea que ha revolucionado el mercado aéreo europeo y un Gobierno que busca frenar prácticas que considera opacas o abusivas.
Contra Italia: multas, demandas y un pulso por las tarifas
Ryanair lleva meses en el centro de la polémica en Italia, donde sus prácticas comerciales han chocado de lleno con las autoridades nacionales. En el frente regulatorio, la Autoridad Italiana de Competencia (AGCM) sancionó a la aerolínea con 1,34 millones de euros por considerar que había proporcionado información incompleta y poco fiable durante una investigación sobre sus disputas con las agencias de viajes online. Según la AGCM, la compañía dificultó el trabajo de los reguladores al no entregar datos de forma clara, lo que reforzó la idea de que Ryanair mantiene una estrategia opaca en su relación con los intermediarios digitales.
El conflicto más sonado, sin embargo, ha sido con la Autoridad de Aviación Civil Italiana (ENAC). En abril de este mismo año, Ryanair sorprendió al presentar una demanda por difamación de 160.000 millones de euros contra este organismo, acusándolo de dañar su reputación al señalar públicamente que la compañía mantenía tarifas abusivas en rutas italianas. ENAC respondió con una contrademanda, lo que elevó el pulso a un terreno judicial y mediático sin precedentes en el sector aéreo europeo.
Estos encontronazos no son nuevos. Ya en 2024, Ryanair perdió un recurso judicial contra la normativa italiana que prohíbe cobrar cargos adicionales por asignar asientos a menores o personas con discapacidad acompañadas, una medida que afecta directamente a uno de los pilares de ingresos adicionales de la aerolínea. En conjunto, estos episodios dibujan un escenario de fricción permanente entre la low cost irlandesa y las autoridades italianas, que parecen decididas a limitar las estrategias comerciales más agresivas de la compañía en defensa de los consumidores locales.
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