En un discurso de marcado tono europeísta, el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha subrayado la necesidad urgente de avanzar en la consolidación del sistema financiero europeo. “Europa necesita bancos con escala, con solidez y con capacidad de financiar los grandes proyectos que marcarán el futuro de las economías”, ha afirmado, en un llamamiento a eliminar las barreras que frenan las fusiones dentro del sector.
En la inauguración de los cursos de información económica de APIE, patrocinados por el propio BBVA, Torres ha aprovechado para llevar el discurso a su terreno: la defensa de la OPA sobre Sabadell como una vía para dar soporte al crecimiento económico. Esto es algo que se viene repitiendo, tanto desde el sector bancario como desde los reguladores, pero hacen más referencia a las fusiones transfronterizas, y no tanto a estas operaciones dentro de los propios países.
La advertencia del presidente de BBVA es clara: Europa ha perdido peso específico en sectores clave, incluido el financiero. “Los bancos europeos están ausentes del ranking mundial por capitalización bursátil. Frente a eso, en Estados Unidos, China o Japón sí han logrado entidades capaces de liderar a escala global”, ha afirmado.
En este contexto, ha defendido que “la propuesta de integración con Sabadell cobra aún más sentido: es una apuesta firme por Europa, por Cataluña y por España”. Y ha destacado que la nueva entidad “tendrá mayor capacidad para financiar el crecimiento, apoyar a las empresas y acompañar a los clientes en la transformación digital y en la transición hacia una economía más sostenible”.
“La propuesta de integración con Sabadell cobra aún más sentido: es una apuesta firme por Europa, por Cataluña y por España”
Según Torres, los beneficios de esta operación serían múltiples: más opciones y mejor servicio para los clientes, oportunidades de crecimiento para los empleados, y una entidad más rentable y sólida para los accionistas. “La decisión corresponde a los accionistas, pero desde BBVA mantenemos un compromiso firme con el progreso colectivo”, ha asegurado.
“No podemos vivir de los logros del pasado”
Torres ha tratado en su intervención otros aspectos relacionados con la integración europea: “Cuatro décadas después de la gran transformación que vivió España con su entrada en Europa, estamos llamados a dar un nuevo salto con la misma determinación y espíritu reformista”.
Y ha lanzado una advertencia: “El riesgo no está en los bancos que son ‘too big to fall’, sino en los que son demasiado pequeños para proteger el bienestar de la sociedad”. Por ello, ha reclamado altura de miras: “Si Europa quiere seguir liderando, necesita instituciones sólidas y un sistema financiero a la altura del reto”.
Torres ha aprovechado su intervención para recordar los avances logrados por España desde su incorporación al proyecto europeo hace cuatro décadas. “España ha experimentado una transformación profunda: el PIB per cápita se ha multiplicado por 2,5, la esperanza de vida ha aumentado en ocho años y el índice de Gini se ha mantenido estable, lo que refleja un modelo social cohesionado”, ha explicado.
Esa transformación, ha añadido, se ha producido en paralelo al liderazgo de sectores clave como el financiero, las telecomunicaciones o la energía. Pero ahora, ha advertido, toca retomar la agenda reformista: “El reto más urgente es aumentar la productividad. Aunque ha mejorado, seguimos por debajo de la media europea. Solo con más productividad podremos generar más renta y sostener el Estado del Bienestar”.
En ese sentido, ha urgido a “invertir más y mejor, en capital físico, infraestructuras y tecnología”, para afrontar desafíos como el envejecimiento de la población, el cambio climático o la transformación digital. “No hay progreso sin inversión. Por cada cinco puntos que aumentamos la tasa de inversión, la renta per cápita crece 1,5 puntos”, ha detallado.
Para Torres, el sistema financiero desempeña un papel clave en esta transformación. “Las instituciones financieras multiplicamos el efecto de las políticas públicas y canalizamos el ahorro hacia proyectos productivos. Pero Europa tiene hoy un alto nivel de ahorro que, en demasiadas ocasiones, se invierte fuera de nuestras fronteras. Necesitamos una unión del ahorro y la inversión, reglas más simples y mayor atractivo como destino inversor”.
