El sindicato UGT ha lanzado una advertencia sobre la necesidad de estar vigilantes y prevenidos ante la posible consolidación del sector de las telecomunicaciones en Europa, debido a las implicaciones laborales que este proceso podría acarrear. La organización destaca el caso de una posible venta de activos de Altice en Francia como un ejemplo significativo de este fenómeno.
UGT ha puesto como ejemplo la oferta presentada por Orange, Bouygues e Iliad a Altice, propietaria de SFR, con la idea de repartir los principales activos de la compañía en un acuerdo valorado en unos 17.000 millones de euros. Según el sindicato, de ser autorizada esta operación con pocos o nulos ‘remedies’ por parte de la Comisión Europea, podría representar un punto de inflexión con profundas implicaciones laborales.
De todos son conocidos los efectos de fusiones y adquisiciones entre las plantillas, lo que nos obliga a estar vigilantes y prevenidos ante cualquier escenario
Hasta ahora, bajo la óptica de Bruselas, se intentaba dificultar las operaciones de compra entre operadoras, alegando que perjudicaban la competitividad y a los clientes. Sin embargo, UGT señala que ese criterio parece haber cambiado, volviendo a tomar fuerza «los vientos de fusiones y concentraciones» dentro del sector.
UGT también señala la posible ruptura del esquema tradicional preferido por la Comisión Europea, que proponía tres operadores dominantes y un cuarto de bajo coste en cada mercado. El sindicato sugiere que se está transitando hacia una estructura de tres grandes actores, con justificativos centrados en la necesidad de escalas financieras para sostener fuertes inversiones tecnológicas y mantener la competitividad ante el predominio digital de Estados Unidos y Asia.
La advertencia surge en un contexto en el que Telefónica podría anunciar un expediente de regulación de empleo (ERE) ligado a su nuevo plan estratégico que será dado a conocer el 4 de noviembre. En paralelo, se ha informado que Orange ha llegado a un acuerdo no vinculante con Lorca para adquirir su participación en MasOrange por 4.250 millones de euros y así hacerse con el 100% de la operadora. Esta operación llega después de la reciente fusión entre MásMóvil y Orange en España, que concluyó con un ERE afectando a 609 trabajadores.
