La reciente decisión de un importador estadounidense de anular un pedido de 600 botellas de vino blanco de la Bodega Bello Berganzo, situada en Samaniego, Álava, ha generado preocupaciones entre los productores de vino español. Esta anulación se produce en el contexto de los nuevos aranceles impuestos por el país norteamericano, lo que ha llevado a la bodega a expresar su descontento en medio de un esfuerzo por expandir su presencia en el mercado estadounidense.
Ángela Bello Ruiz, miembro de la familia propietaria de la bodega, comentó que la cancelación del pedido fue un golpe duro justo cuando la bodega comenzaba a ver un crecimiento, habiendo exportado entre 4.000 y 5.000 botellas anuales. Bello Ruiz señaló que «lo malo de esto es que hemos empezado a crecer en 2024, pero al subir los aranceles, nos han parado todo». Además, subrayó la complejidad del proceso de etiquetado, indicando que «cada botella destinada a un cliente de EEUU distinto lleva una etiqueta personalizada, con una característica especial» y un número de importador, lo que complica aún más la situación.
La incertidumbre persiste sobre si la paralización de pedidos será permanente o si los importadores estadounidenses reanudarán sus compras
Por otro lado, Nagore Etxebarriarte, de Bodegas García Olano en Laguardia, también expresó su incertidumbre total tras el anuncio de los aranceles. Aunque informó que su pedido llegó a principios de año, antes de la imposición de dichos aranceles, destacó que la situación es preocupante, dado que un 20% extra en aranceles inevitablemente repercutirá en el consumidor final. Con una producción de aproximadamente 200.000 botellas anuales, en las que 10.000 se destinan a EEUU, Etxebarriarte manifestó que esta cifra es «una cantidad importante para nosotros».
A pesar de las dificultades, Bodegas García Olano estaba experimentando un crecimiento en el mercado norteamericano y había planeado una proyección para los próximos años. Ante el panorama incierto, la bodega también considera intensificar sus esfuerzos en otros mercados como Canadá, aunque reconocen que «es una buena opción, también es difícil» debido a la regulación existente. No obstante, Nagore Etxebarriarte afirmó la importancia de trabajar en el mercado interno, mencionando que «Euskadi es un mercado ‘diamante’ porque hay que pulirlo». Su intención es reforzar la presencia de los vinos de Rioja en el propio País Vasco, ante la creciente demanda de productos locales.
