El banco italiano UniCredit ha registrado un beneficio neto atribuido de 6.115 millones de euros en el primer semestre de 2025. Este resultado no solo supone un nuevo récord para la entidad, sino que también representa una mejora del 16,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Tras retirar su oferta de compra sobre BPM, UniCredit ha revisado al alza sus previsiones anuales. Durante el semestre, la cifra de negocio alcanzó los 12.682 millones de euros, disminuyendo un 0,2% respecto al año pasado. Este descenso incluyó ingresos por intereses netos de 6.934 millones, un 2,9% menos, mientras que los ingresos por comisiones aumentaron un 3,6%, hasta los 4.426 millones.
Entre abril y junio, UniCredit logró un beneficio neto atribuido de 3.344 millones de euros, un 24,8% más que el año anterior, a pesar de una caída del 3,3% en los ingresos. Los ingresos por intereses netos disminuyeron un 2,8% interanual, mientras que los ingresos por comisiones cayeron un 1%. Por su parte, los ingresos por trading experimentaron una considerable bajada del 57,7% interanual. Las provisiones por riesgo de crédito aumentaron significativamente hasta los 109 millones de euros, frente a los 15 millones del mismo periodo de 2024. Al concluir el segundo trimestre, UniCredit mantenía una ratio de capital básico CET1 del 16%.
UniCredit ha logrado resultados financieros excepcionales, con un segundo trimestre récord que contribuyó al mejor primer semestre de la historia del banco
Estos resultados han permitido a la entidad mejorar sus previsiones para 2025, elevando la previsión de beneficios netos a aproximadamente 10.500 millones de euros. Además, la previsión de distribución anual ha aumentado a 9.500 millones de euros o más. De cara al futuro, para 2027, la entidad espera un beneficio neto igual o superior a 11.000 millones de euros.
La publicación de estos resultados coincidió con la retirada de la oferta pública de adquisición (OPA) sobre BPM debido al incumplimiento de la condición de autorización de la Golden Power. Este obstáculo administrativo impidió a UniCredit proceder con su propuesta de compra. Según Andrea Orcel, CEO de UniCredit, la decisión responde a la falta de beneficio que la situación actual provoca tanto para UniCredit como para sus accionistas, y calificó el suceso como una oportunidad perdida para todos los implicados.
