“El comercio online tiene una gran ventaja: es internacional por naturaleza”
Víctor Juárez es CEO y fundador de Mi Tienda de Arte, un pequeño gigante de la venta online en España que cerró 2022 con ventas de 23 millones de euros y más de un centenar de trabajadores. A este empresario leonés, la venta de productos relacionados con las bellas artes y la papelería le viene de familia, de una pequeña tienda de León que convirtió en 2011 en una web que actualmente tiene más de cien mil referencias y que no para de crecer. Entre sus objetivos inmediatos, el salto al mundo físico con una tienda de referencia en Madrid y la consolidación de su marca internacional, Craftelier.
Con 12 años de trayectoria, Mi Tienda de Arte es un veterano de internet...
Yo no me he considero una empresa madura, en digital las cosas van muy rápido. Es un mundo demasiado dinámico, demasiado expuesto a cambios continuos. Como dice Jeff Bezos: ‘Still Day 1 of the Internet’, todavía es el día uno en internet. Esto va tan rápido, que da vértigo. Hemos quemado etapas muy rápido, pero queremos seguir creciendo.
¿Y eso no da cierto vértigo?
Creo que más al principio que ahora, la inercia te enseña a entender que la incertidumbre es casi un estado vital, natural. Si no hay cierta incertidumbre en los proyectos y algo de riesgo... Será una droga, no sé.
Esa incertidumbre que menciona afecta sobre todo a los emprendedores, por el riesgo. ¿Cómo se digieren los cambios que afronta una empresa tan rápido?
Ha sido duro, los ecosistemas de trabajo no están preparados para un crecimiento tan sumamente rápido. Lo bueno es que estamos en un canal en el que, si lo haces un poquito mejor que la media, la inercia ayuda. El entorno online tiene una gran ventaja, que es internacional por naturaleza.
¿En cuantos países vende actualmente Mi Tienda de Arte y Craftelier?
Ahora mismo estamos en toda Europa, México, Estados Unidos, Canadá y Chile, toda Europa incluyendo algunos países que no son Unión Europea, pero en toda Europa.
Desarrollan su negocio ubicados en una localidad de la provincia de León, que se puede considerar la España vaciada. ¿Eso trae ventajas o desventajas para montar un proyecto como éste?
Hay ventajas muy importantes y su contrapunto, la atracción de talento, es complicada en un punto como éste, pero la retención de talento es mucho más fácil que en Madrid o Barcelona. La logística es mucho más económica, podemos ofrecer ciertas ventajas competitivas frente a un competidor alemán, un holandés, o de cualquier otro país. Creo que hay que trabajar y construir con lo que uno tiene, afianzar esas fortalezas y trabajar en tus debilidades.
¿Cree que hacen falta incentivos para que en un entorno más rural se creen más empresas?
Casi más importante que ayudar, sería que no se obstaculicen. Nosotros hemos hecho todo con recursos internos y endeudamiento bancario, no hemos hecho rondas de financiación ni nada. Hemos tenido algún tipo de ayuda, pero ha venido más de entes locales que del Gobierno central. Creo que lo que más falta hace es cultura del emprendimiento, más que ayudas, incluso una asignatura en los colegios.
El problema está en que si generamos tanta incertidumbre y se convierte en un deporte de riesgo emprender y ser empresario y es algo tan complejo y lo hacemos aún más complejo, pues lo que seguimos es animando a nuestros chavales a que sean funcionarios y demás. Hay que despenalizar el emprendimiento y apoyar a que la gente se lance a crear cosas , creo que esto mueve parte del mundo. El emprendimiento viene de la innovación y los impuestos salen de algún sitio, estos conceptos no los tenemos del todo claros, y nuestros políticos, menos aún.
Si tuviera que dar un consejo a alguien que quisiera emprender, ¿cuál sería?
Hay muchos tipos de emprendimiento y existe el ‘intraemprendimiento’. Además, se puede emprender incluso desde la función pública. No es específico únicamente de los que decidimos tirarnos a la piscina y crear una empresa. Innovar, ser un poco disruptivo, se debe hacer en cualquier sitio.
¿Qué es el éxito para usted?
El éxito yo creo que es levantarse feliz todas las mañanas a hacer lo que te gusta y vivir tranquilo e íntegro. Más que otra cosa. Me gusta ganar dinero, pero no es mi motivación.
Mi Tienda de Arte se concentra en un segmento muy específico, muy afectado a las tendencias. ¿Cómo afecta esto?
Es un mercado, además, bastante competitivo, y el hecho de que sea un mercado dinámico, influenciado por las modas, para mí es muy positivo. Es otra brecha de entrada más para alguien que quiera entrar. Al final, o eres muy ágil tomando decisiones y entendiendo cómo se comporta el mercado, o pan para hoy, hambre para mañana. Entonces, yo me siento cómodo y tranquilo en que sea muy dinámico.
Hacemos una escucha muy activa en redes sociales. El cliente es el que te va a ir guiando por dónde tienes que ir. Porque las tendencias no son una cosa que hoy se viste de verde y mañana de rojo y cambian de golpe en 24 horas de un día para otro. También hemos generado una cultura corporativa de ser muy analíticos a nivel de datos y de tomar decisiones basadas en datos.
¿Cuál es la evolución que ha detectado de su consumidor desde que empezó Mi Tienda de Arte?
Lo que es distinto es el consumidor online. Cuando nosotros nacimos, nacieron Amazon.es, y Zara.com, que no existían. Hoy en día, son el primer y el segundo eCommerce del país.
En 2011 no había tantos smartphones, el consumidor digital compraba por contrarrembolso, hacía el pedido por teléfono... Todas estas brechas están bastante superadas.
Hoy en día es un público muchísimo más heterogéneo, gente muy mayor y gente muy, muy joven. Las cosas han cambiado muchísimo, hemos cambiado nosotros como usuarios digitales y como usuarios de la tecnología.
¿Cuál es el siguiente paso de Mi Tienda de Arte y Craftelier?
Tenemos muchísimos proyectos entre manos. Internacional para nosotros es clave, el 80% de la facturación es fuera de España y queremos que esa cifra siga creciendo. Además, ese es uno de los valores que como compañía más aportamos, traemos capital de fuera. Y nos estamos yendo al mundo físico porque nos permite tener un contacto con el cliente de manera diferente.
Vamos a empezar con una tienda en Madrid, de 1.000 metros cuadrados, donde además vamos a jugar mucho con la experiencia de cliente con un bar-restaurante dentro de la tienda. Queremos que sea un punto de encuentro de los artistas en Madrid. Y quizás este año metamos unos 30.000 productos nuevos y seguir creciendo en producto.
El futuro es omnicanal. La prueba está en que cada día se abren tiendas más grandes, mejores, más digitales, más profesionales y cierran tiendas pequeñas. Esto está pasando en el mundo físico, pero también está pasando en el mundo digital. En el mundo digital cada día hay webs más profesionales, más grandes, con más tecnología y menos actores pequeño. Seguimos siendo seres sociales que queremos ir a una tienda, ver y tocar. Todo cliente que tenga un teléfono móvil ya es un cliente digital, aunque no haya comprado online.