El fabricante sueco Volvo Cars ha reportado unas pérdidas netas de 6.318 millones de coronas suecas (558 millones de euros) en el primer semestre del año. Estos resultados contrastan notablemente con el beneficio de 9.241 millones de coronas suecas (816 millones de euros) registrado en el mismo periodo del año anterior. La caída en las ganancias ha sido atribuida por la compañía principalmente a un menor volumen de ventas en Estados Unidos, un efecto directo de la política arancelaria implementada por la administración de Donald Trump.
La empresa, perteneciente al grupo Geely, ha enfrentado un ambiente económico desafiante que ha impactado la demanda. La competencia se ha intensificado, afectando tanto los volúmenes de venta como la rentabilidad, según el consejero delegado Hakan Samuelsson. Las pérdidas operativas (Ebit) de la empresa ascendieron a 7.129 millones de coronas suecas (630,5 millones de euros), contrastando con el beneficio operativo de 9.241 millones obtenido en el año anterior. Además, la firma registró un margen Ebit negativo del -4,5%.
La demanda sigue estando presionada por el entorno macroeconómico, las incertidumbres relacionadas con los aranceles y una competencia cada vez más intensa
Respecto al volumen de negocio, Volvo Cars alcanzó una facturación de 176.440 millones de coronas suecas (15.600 millones de euros), lo que representa una caída del 9,7% en comparación con el primer semestre de 2024. Durante este periodo, la compañía vendió 353.780 vehículos a nivel mundial, lo que implica una disminución del 9% con respecto al año anterior. Sin embargo, Estados Unidos fue la excepción, donde sus ventas crecieron un 6%, alcanzando las 64.700 unidades.
Ante esta situación, Volvo Cars ha implementado un plan estratégico para ajustar sus finanzas. La compañía pretende reducir costes en 18.000 millones de coronas suecas (1.591 millones de euros) mediante estrategias de reducción de costes variables y ciertas reubicaciones de fabricación destinadas a evitar aranceles. Parte de esta estrategia incluye el recorte de 3.000 empleos el próximo año. Volvo Cars planea alcanzar una recuperación financiera completa para 2026, apoyándose en sus pilares fundamentales: rentabilidad, electrificación y regionalización.
A principios de este año lanzamos un plan de recuperación de costes y liquidez por valor de 18.000 millones de coronas suecas (1.591 millones de euros). Este plan está comenzando a tener efecto, y su impacto completo se verá en 2026


