Informarse antes de elegir un destino para viajar es una condición imprescindible. Y las recientes irrupciones acrecientan aún más esa condición, como la pandemia de covid-19 o el estallido de las guerras en Ucrania y Gaza. También merece la pena elegir con cuidado con quién vamos de viaje, porque plataformas como Airbnb actualizan sus políticas en función de dichas irrupciones.
La plataforma de alojamientos ha enviado un correo electrónico a sus usuarios informando de que va a modificar su política de cancelación. Hasta el día 6 de junio, cuando la nueva normativa entre en vigor, seguirá vigente su Política de Causas de Fuerza Mayor, hasta que pase a llamarse Política de Anulación por Circunstancias Extraordinarias.
Y, en efecto, muy extraordinarias tendrán que ser para que la plataforma acepte devolver el dinero a quienes reserven su alojamiento en Airbnb. Hasta ahora, ya existían ciertas circunstancias que no estaban cubiertas por la política de cancelación. Sin ir más lejos, Airbnb no ve que una tormenta invernal sea un motivo para dejar de hacer un viaje, puesto que califica un fenómeno así como algo previsible.
Tampoco están cubiertas otras circunstancias meteorológicas como tormentas tropicales, huracanes y tifones. Así lo especifica desde la anterior modificación de su política de cancelación, de enero de 2021. Si, por ejemplo, sucede un huracán de junio a noviembre en Florida, Airbnb se lava las manos, salvo que haya una restricción gubernamental de por medio.
Y es en esas salvedades en las que se mueve la nueva política de cancelación. Como decimos, la concurrencia de estos fenómenos previsibles, incluidos en una lista "no exhaustiva" de la plataforma, permitía a Airbnb no aplicar su Política de Causas de Fuerza Mayor. No obstante, la actualización y el renombramiento implican algunos cambios más que los viajeros tendrán que tener en cuenta.
Como en la normativa anterior, la Política de Anulación por Circunstancias Extraordinarias incluye las emergencias y epidemias sanitarias reconocidas oficialmente. En este apartado aparecen epidemias, pandemias y emergencias de salud pública, pero no las enfermedades endémicas de ciertos lugares, cuya lista aparece junto a la de los fenómenos meteorológicos previsibles.
En este punto se produce uno de los cambios: "La Política de Anulación por Circunstancias Extraordinarias no cubre la COVID-19". Si bien es cierto que la pandemia ha remitido y la emergencia no está al mismo nivel que en enero de 2021, Airbnb se encarga de especificar que dicha enfermedad ya no es motivo para anular una reserva.
Otro cambio es que antes existía la posibilidad de modificar una reserva si las autoridades introducen un requisito inesperado para obtener un visado o pasaporte. Esa frase ha desaparecido en las nuevas normas de la compañía. Asimismo, se dice que las recomendaciones y consejos del Gobierno no sirven para acogerse a la política de cancelación. Así, solo se aceptarán como causa aquellas restricciones que imponga un organismo gubernamental.
Se mantienen sin cambios el capítulo de las intervenciones militares, los conflictos de guerra y el terrorismo. Por otro lado, se añade como causa la interrupción a gran escala de los suministros básicos en una ubicación determinada.
Permanece prácticamente igual lo referente a desastres naturales, aunque con matices. En la anterior redacción se especificaba lo siguiente: catástrofes naturales, actos fortuitos, interrupciones a gran escala de los suministros públicos básicos, erupciones volcánicas, tsunamis y otros fenómenos meteorológicos extremos y anormales. Dicha redacción se sustituye por "catástrofes naturales y otros fenómenos meteorológicos extremos".
Solo se aplica si afecta al destino
Antes de enumerar las situaciones que están cubiertas, Airbnb expone una cuestión que es clave: "Las siguientes circunstancias están cubiertas por esta Política siempre que afecten al lugar donde se desarrollará una reserva". Dicho de otro modo, que todo lo que se dice a continuación solo está cubierto si se produce en el lugar de destino.
De hecho, la nueva política aclara que están excluidas "situaciones que impiden a los huéspedes viajar, pero que no afectan a la ubicación de la reserva".
Situaciones excluidas
Si el viajero se encuentra en el caso de no poder acogerse a la Política, Airbnb recomienda ponerse en contacto con el anfitrión para alcanzar un acuerdo, ya sea un reembolso o modificar las fechas de la reserva. Con todo, eso queda en la voluntad de ambos y Airnb no intermedia. Estos son ejemplos de otras situaciones que quedan fuera de la política de cancelación.
- Lesiones o enfermedades inesperadas.
- Obligaciones impuestas por las autoridades, como recibir una citación para ser miembro de un jurado o comparecencias judiciales.
- Recomendaciones para viajeros no vinculantes u otros consejos similares que pueda dar el Gobierno y que no constituyen una prohibición de desplazamiento.
- Cancelación o reprogramación de un evento por el que se realizó la reserva.
- Interrupciones del transporte que no estén relacionadas con una Situación cubierta, como insolvencias de aerolíneas, huelgas de transportes y cortes de carretera por cuestiones de mantenimiento.