La Península Ibérica fue testigo el pasado sábado de un hecho al que la población no está acostumbrada. Una gran bola de fuego azul cruzó España y Portugal sorprendiendo a todos los que tuvieron suerte de poder apreciarlo. La Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla-la Mancha, Extremadura, Galicia o ciudades del norte de Portugal fueron algunos de los lugares que pudieron disfrutar de este fenómeno natural.
El profesor José María Madiedo, astrofísico en el Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA-CSIC, informó de que el meteoro se trataba de una roca que se desprendió de un cometa y atravesó la atmósfera a más de 161.000 kilómetros por hora a una inclinación prácticamente vertical (unos 10 grados).
Según informa Fundéu, la "bola de fuego azul" que iluminó el cielo nocturno, se trata de un bólido, no de un meteorito como se dijo en redes sociales como X. La principal diferencia entre estos dos cuerpos celestes es que mientras que el meteorito llega a tomar contacto con la Tierra, el bólido se desintegra en su entrada en la atmósfera.
En los medios de comunicación es frecuente hallar casos en los que se confunden esos conceptos. El Diccionario de la lengua española explica que un asteroide es un ‘cuerpo menor del sistema solar, de dimensiones inferiores a 1000 km de diámetro y que frecuentemente gira alrededor del Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter’.
Por su parte, un meteoroide es un cuerpo celeste que se desprende de otros de mayor tamaño, como planetas o asteroides. La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales explica que si es atraído por la gravedad terrestre y cruza la atmósfera dando lugar a una estrella fugaz se denomina meteoro, término también utilizado para nombrar a cualquier fenómeno que se origina en la atmósfera, como la nieve o el arcoíris. Si este cuerpo llega a caer sobre la superficie de la Tierra, recibe el nombre de meteorito.
¿Por qué era azul-verde?
Un asteroide puede aparecer de distintos colores debido a la composición química del material que lo forma y a la interacción de estos materiales con la atmósfera terrestre durante su entrada. En el caso del bólido al que nos estamos refiriendo, el tono azul verdoso procedía del magnesio (Mg) que componía la roca.