¿Por qué un hombre de 75 años se lanza a una gira mundial como si tuviera 25? ¿Qué lo empuja a seguir saltando al escenario cuando muchos ya solo miran desde la butaca? La respuesta tiene nombre y apellido: Bruce Springsteen, The Boss, el tipo que lleva medio siglo cantándole al amor, al desarraigo y a los que se levantan aunque tengan todo en contra. Y lo vuelve a hacer. En 2025, su gira pasará por San Sebastián, con dos conciertos que prometen ser historia del rock vivo.
El Reale Arena acogerá a Springsteen y a su inseparable E Street Band el 21 y el 24 de junio, en los que serán los únicos conciertos del estadounidense en España dentro de su tour europeo. Las entradas se agotaron en minutos. No hubo sorpresas, porque cada vez que el de New Jersey pisa suelo español, lo que hay es fervor, liturgia y una sensación colectiva de que esa noche, otra vez, todo puede pasar.
El tour, titulado The Land of Hope and Dreams, viene a reafirmar lo que Springsteen lleva décadas defendiendo con canciones: que incluso en los tiempos más grises, todavía hay lugar para la esperanza. Y aunque en sus letras asome la tristeza, el tono es siempre combativo. No en vano, uno de sus lemas de gira sigue siendo el mismo que tatuó en la piel de millones: No retreat, baby. No surrender.
A los 75 años, The Boss sigue siendo un titán del escenario. No hay grandes efectos, ni coreografías, ni nada que distraiga del núcleo: él, su voz, la banda y miles de personas entregadas a una celebración del rock más físico y honesto. Cada concierto es una declaración de principios, un maratón que supera las tres horas y se vive como una comunión colectiva. Springsteen mantiene una agenda exigente y un directo sin descanso donde combina potencia rockera, narrativa personal y conexión con el público. Se espera que el repertorio incluya temas icónicos como Thunder Road, Born in the U.S.A. y Badlands.
Springsteen ya ha dejado huella en San Sebastián en otras giras, pero 2025 tiene un sabor distinto: puede que sea una de las últimas grandes vueltas del jefe. O puede que no. Porque si algo ha demostrado este hombre es que The Boss no se acaba nunca.
