La verdadera riqueza es el silencio. No el mutismo, sino el arte de no alzar la voz cuando se puede hablar bajito. En la moda, ese susurro de privilegio se llama ‘quiet luxury’, lujo silencioso, y es el uniforme no oficial de los que saben que las cosas caras no tienen por qué parecerlo. Un abrigo de cachemir bien cortado habla más que un logo. Unos zapatos impecables no necesitan firma para dar pistas sobre su origen. Y si hay que decir que algo es caro, deja de serlo.
La ostentación se ha convertido en las últimas décadas en la norma en muchas industrias; pero ahora el verdadero lujo se reinventa a través de una sofisticación discreta y materiales de primera calidad que hablan por sí solos. La industria de la moda ha sido testigo de un cambio significativo en las preferencias del consumidor. Según el informe de McKinsey & Company publicado en enero de 2025 ‘El estado del lujo: cómo navegar en un período de desaceleración’, las marcas de lujo discreto han visto un crecimiento del 15% en los últimos cinco años, mientras que las marcas con logotipos prominentes han experimentado una desaceleración en sus ventas.
Este fenómeno se debe en gran medida a la evolución de los gustos de los consumidores de alto poder adquisitivo, que buscan exclusividad sin necesidad de demostraciones exageradas. Diseñadores como Phoebe Philo, cuando estuvo al mando de Celine (2008-2018), revolucionaron el concepto de elegancia moderna con líneas limpias. Tomas Maier, que dirigió Bottega Veneta durante casi dos décadas (2001-2018), estableció el eslogan “cuando tus propias iniciales son suficientes", encapsulando la esencia del lujo sin logotipos.
Vestir con lujo silencioso es un arte que combina materiales exquisitos con un corte preciso y una atención meticulosa al detalle. El algodón pima, la lana merino, el cashmere y la seda se convierten en los cimientos de este estilo, mientras que la paleta cromática se mantiene sobria y elegante, con tonos neutros como el negro, blanco, beige, gris y azul marino. La clave no está solo en la selección de prendas, también reside en la actitud con la que se llevan, sin necesidad de llamar la atención de manera estridente.
En términos de marcas, algunas firmas se han convertido en verdaderos emblemas del lujo silencioso. The Row, fundada por Mary-Kate y Ashley Olsen, es un referente en minimalismo sofisticado, con abrigos de líneas depuradas y una confección impecable. Loro Piana, casa italiana especializada en cashmere y tejidos de calidad, representa la cumbre de la discreción refinada. Brunello Cucinelli, con su enfoque en la ‘humanidad sostenible’, ha elevado la confección artesanal a la categoría de arte, mientras que marcas como Toteme y Khaite han sabido interpretar el lujo sin ostentación para una nueva generación de consumidores exigentes.
Tom Ford: "El lujo auténtico es sentirte increíble en lo que llevas puesto sin necesidad de que nadie más lo sepa"
Además de estas marcas, otras firmas como Jil Sander, Max Mara y Gabriela Hearst han consolidado su reputación dentro del universo del ‘quiet luxury’, ofreciendo diseños atemporales, confeccionados con materiales de la más alta calidad y cortes impecables. Jil Sander, por ejemplo, es sinónimo de pureza estética, con su minimalismo estructurado y paletas de colores neutras. Max Mara es un referente de la elegancia clásica con sus icónicos abrigos de lana camel. Por su parte, Gabriela Hearst ha llevado el concepto de sostenibilidad al siguiente nivel sin renunciar al refinamiento.
Este movimiento también ha sido impulsado por el auge del ‘stealth wealth’ o riqueza sigilosa, término que ha cobrado fuerza entre los expertos en moda y comportamiento social. Anna Wintour, editora de Vogue, ha hablado en varias ocasiones sobre cómo el lujo ha evolucionado hacia un estado más refinado y menos llamativo. "La verdadera exclusividad no está en lo que muestras, sino en lo que experimentas", declaró en una entrevista reciente.
Tom Ford, diseñador y cineasta, ha expresado un punto de vista similar: "El lujo auténtico es sentirte increíble en lo que llevas puesto sin necesidad de que nadie más lo sepa".
Según el informe ‘Luxury in Transition: Securing Future Growth’ de Bain & Company, publicado en enero de 2025, el mercado global de bienes personales de lujo experimentó una contracción del 2% en 2024, situándose en 363.000 millones de euros. Esta disminución se atribuye a la incertidumbre macroeconómica y a la elevación de precios por parte de las marcas, lo que llevó a los consumidores a reducir sus gastos en artículos discrecionales. Se espera una ligera mejora en 2025, con un crecimiento estimado entre el 0% y el 4%, dependiendo de la evolución de las condiciones económicas en las principales regiones.
El auge del ‘quiet luxury’ también ha sido reflejado en la cultura, con series como ‘Succession’. La vestimenta de Shiv Roy, interpretada por Sarah Snook, ha sido ampliamente analizada como un ejemplo de este estilo, con prendas de Ralph Lauren, Max Mara y Gabriela Hearst.
También en la realeza y el mundo del cine, figuras como Kate Middleton, Meghan Markle y actrices como Gwyneth Paltrow han abrazado esta estética, eligiendo piezas de alta calidad sin estridencias visibles. Gwyneth Paltrow, por ejemplo, es fiel a marcas como The Row, Loro Piana y Khaite; mientras que Kate Middleton confía en firmas como Emilia Wickstead, Alexander McQueen y Ralph Lauren. Por su parte, Meghan Markle opta por piezas de Bottega Veneta o Givenchy.
Vestir ‘quiet luxury’ no es solo cuestión de dinero, es una manera de estar en el mundo. Se trata de saber que lo valioso no es lo que se muestra, sino lo que se guarda. Que el lujo más exquisito es aquel que no se explica, porque cuando algo es realmente bueno, no hace falta decirlo.
Cómo dominar el lujo silencioso
- Invertir en piezas atemporales: El lujo silencioso se construye sobre una base sólida de prendas clásicas que, por su corte y calidad, nunca pasan de moda. Un trench coat de líneas limpias, un pantalón de lana que se ajusta a la perfección o una blusa de seda son ejemplos de básicos que deben estar presentes en cualquier armario. La idea es contar con piezas versátiles y sofisticadas, que puedan adaptarse a diferentes situaciones.
- La paleta de colores neutros: Los colores neutros, en tonos como el beige, el blanco roto, el gris suave, el azul marino o el negro, son la esencia de este estilo. Estas tonalidades permiten crear un vestuario muy fácil de combinar y, a la vez, transmiten serenidad y un gusto refinado. Optar por colores sólidos y suaves es una de las bases del lujo silencioso, pues estos nunca pierden vigencia y reflejan una elegancia atemporal.
- Prendas a medida o con el ajuste perfecto: El lujo silencioso se basa en siluetas que abrazan el cuerpo sin ser demasiado ceñidas. Las prendas deben moverse con naturalidad y adaptarse a las proporciones del cuerpo, sin exceso de volumen ni rigidez.
- Materiales de calidad: El lujo silencioso exige una calidad excepcional en los materiales. La lana, el cashmere, la seda, el algodón egipcio y el lino son esenciales en este estilo. Es fundamental su durabilidad y su capacidad para envejecer con gracia.
- Accesorios discretos: Los accesorios en el lujo silencioso son sutiles pero de gran valor. Un reloj sencillo de diseño, unos pendientes finos de oro o plata, o un bolso de piel en tonos neutros son ideales para complementar el look. El lujo silencioso se caracteriza por un enfoque “menos es más”, por eso los accesorios hay que elegirlos con mesura, elevando el look pero sin eclipsarlo.
Marcas recomendadas para vestir con lujo silencioso
Además de las grandes firmas internacionales, la moda española también ha hecho su propio lugar en este universo de lujo discreto. Marcas nacionales han sabido interpretar a la perfección la elegancia sobria y la atemporalidad que define este estilo. Algunas de ellas son:
- Loewe: La firma española es sinónimo de elegancia clásica y moderna a la vez. Su icónica cartera Puzzle, por ejemplo, se ha convertido en un emblema del lujo silencioso, con un diseño que es igual de práctico como sofisticado.
- The Row: Fundada por las hermanas Mary-Kate y Ashley Olsen, esta firma se distingue por su minimalismo y la calidad de sus tejidos. Su ropa, de cortes sencillos y materiales lujosos, es el epítome del lujo silencioso. Un suéter de cashmere o un pantalón de lana de The Row son piezas que nunca pierden vigencia.
- Loro Piana: Conocida por sus tejidos de cashmere de calidad, Loro Piana es la firma ideal para quienes buscan lujo sin ostentación. Sus abrigos y prendas de punto son esenciales en cualquier armario de lujo tranquilo.
- Max Mara: La marca italiana es famosa por sus abrigos clásicos y sus trajes, además de definir la silueta, proyectan una imagen de sofisticación inmediata. En su colección, la sobriedad y la calidad van de la mano.
- Brunello Cucinelli: Esta firma italiana llama la atención por sus materiales exclusivos y sus diseños de líneas limpias y de lo más relajadas. Las piezas de Brunello Cucinelli son perfectas para un estilo refinado, sin llamar la atención.
- Delpozo: La marca española dirigida por Josep Font es un referente del lujo discreto y elegante. Sus colecciones, siempre atemporales y refinadas, apuestan por la calidad en los detalles, las líneas puras y el buen gusto. Cada pieza de Delpozo es una inversión en estilo, perfecta para quienes buscan algo sofisticado, pero sin ruidos innecesarios.
- Massimo Dutti: Para quienes prefieren un lujo más accesible pero igualmente discreto, Massimo Dutti ofrece una selección de prendas que encarnan la sofisticación cotidiana. Con su atención al detalle, sus tejidos de alta calidad y sus cortes clásicos, es una marca imprescindible (y la más económica de la lista).