La selección española de baloncesto vive una etapa de transición profunda. Tras años dorados liderados por leyendas como Pau Gasol, Ricky Rubio o Rudy Fernández, el equipo afronta el EuroBasket 2025 con una plantilla rejuvenecida, donde la media de edad ronda los 26 años y los bases titulares apenas superan los 19. Este cambio generacional, aunque necesario, plantea una pregunta clave: ¿está provocando pérdidas económicas?
Por el momento, en cuanto a rendimiento se refiere, España ha reflejado una pérdida de calidad importante. Los de Scariolo se juegan el pase a octavos de final de la competición ante la todopoderosa Grecia de Antetokounpo.
Un equipo en reconstrucción
La preparación para el torneo ha sido irregular. Cinco derrotas y una sola victoria en los partidos previos dejaban entrever grandes deudas en la candidatura de España revalidar el título.
Las ausencias de figuras consolidadas como Sergio Llull, Lorenzo Brown o Usman Garuba han dejado al equipo sin referentes claros. El seleccionador, Sergio Scariolo, ha apostado por jóvenes talentos, pero el rendimiento inmediato es incierto.
El impacto fuera de la pista
Aunque no hay cifras oficiales que vinculen directamente el relevo generacional con pérdidas económicas, hay varios frentes donde el riesgo es real:
• Premios deportivos: Una eliminación temprana en el EuroBasket supondría perder ingresos por premios que pueden alcanzar los 500.000 euros.
• Patrocinios y visibilidad: La ausencia de estrellas reduce el atractivo comercial del equipo. Marcas como Endesa, Nike o CaixaBank podrían ver disminuido su retorno de inversión.
• Derechos de retransmisión: Menor rendimiento implica menos audiencia, lo que afecta los ingresos por televisión y plataformas digitales.
• Inversión perdida: La inversión en preparación, logística y formación de nuevos talentos no se amortiza si el equipo no avanza en el torneo.
¿Una inversión a largo plazo?
No todo son sombras. El cambio generacional también puede verse como una apuesta estratégica. Si los jóvenes rinden y se consolidan, el valor de la selección podría crecer en los próximos años.
El relevo generacional en la selección española de baloncesto es una apuesta valiente, pero con riesgos económicos evidentes. El éxito o fracaso en el EuroBasket 2025 será clave para determinar si esta transición se convierte en una inversión rentable o en un coste difícil de asumir.
