En el pintoresco barrio de Salesas, Casa Orellana se alza como un referente del arte de la barra y el aperitivo, donde la tradición de la comida castiza cobra vida con una propuesta que conquista desde el primer momento. Este acogedor rincón invita a cualquiera a disfrutar de una experiencia del gusto muy versátil, adaptada a cualquier ocasión. Aquí, es posible disfrutar con tapas ligeras para compartir, medias raciones ideales para degustar, o raciones completas que sacian hasta el apetito más exigente. En Casa Orellana, la barra está pensada para acoger hasta 13 personas que quieran disfrutar de un ambiente acogedor acompañado de buena comida.
La propuesta de su carta brilla por su autenticidad y calidad, y entre los imprescindibles destacan sus croquetas, verdaderos estandartes del sabor, las clásicas Gildas o ensaladilla con atún en escabeche casero, una disrupción con su sabor. Las croquetas de jamón y las de rabo de toro son un clásico que no decepcionan, con una textura cremosa y un sabor que evoca la esencia de la cocina tradicional. Por otro lado, existen otros aperitivos más revolucionarios como las mollejas de ternera al Josper con puré trufado, que destacan por su carácter, logrando un equilibrio perfecto entre suavidad y potencia en cada bocado. Sin duda, cualquier entrante es un manjar que conquista a quienes los prueban y que merece repetirse en cada visita.
Además de los entrantes, Casa Orellana se distingue por su maestría en los guisos, platos que capturan el alma de la cocina casera española. Las albóndigas, tiernas y jugosas, están bañadas en una salsa llena de sabor, mientras que las carrilleras, por su parte, cocinadas con esmero y paciencia, su textura se deshace en la boca. Estos guisos no solo alimentan el cuerpo, sino también el espíritu, dejando una huella en la memoria gustativa de quienes los disfrutan.
Sin dejar atrás los entrepanes, los molletes de Casa Orellana son un manjar que eleva este clásico formato a otro nivel. Entre las opciones destaca el mollete de “pringá”, cargado de raíces andaluzas. Para los amantes del clásico de la capital, el mollete de calamares a la andaluza con mayonesa de ajos asados está lleno de textura. Por último, la mini hamburguesa de vaca madurada y mayonesa de encurtidos es una opción que nunca falla.
En Casa Orellana, el placer de la buena barra se combina con el encanto de un lugar pensado para ser un punto de encuentro. Desde las mollejas hasta los molletes, pasando por una carta que refleja el respeto por la tradición y la creatividad, este rincón en Salesas se consolida como un imprescindible para quienes buscan la autenticidad y el sabor en cada plato. Una visita aquí no es solo una comida, es un viaje a las raíces de la cocina española.
Una buena opción de comida de Navidad para picar y compartir.