Es bien sabido que España es una de las grandes capitales gastronómicas del mundo y que muchos de los principales premios se encuentran en varias de sus cocinas. Cada uno conceptualiza las creaciones que surgen en sus fogones a su propia manera y eso les hace ganar algunos de los galardones más prestigiosos del mundo. El martes por la noche, los reconocidos premios de la guía Michelin tuvieron lugar en Murcia y se hizo pública la lista de recomendaciones de esos lugares de imprescindible visita. Tora lo ha conseguido por tercer año consecutivo.
El restaurante del futbolista de la Roma, Mario Hermoso, ha revalidado su puesto en tan prestigiosa lista bajo un concepto culinario en el que se dan la mano la cultura japonesa y la esencia de la cocina mediterránea. Todo ello se complementa con una decoración basada en la madera, que crea un ambiente que transmite paz y tranquilidad, además de representar la naturaleza.
El tigre es uno de los elementos principales que visten el local y que definen a la propia marca, ya que Tora significa tigre en japonés. Este animal se encuentra en los platos, los palillos, etc., con un punto minimalista y elegante, cada detalle evoca a la cultura asiática.
Sentarse en sus mesas y degustar las creaciones del chef José Osuna es vivir una experiencia que te hace saborear Japón sobre el Mediterráneo. Por un lado, su carta propone cortes bastante complicados como el usuzukuri, además de los nigiris que se hacen con una técnica cuidada y concreta o creaciones recientes que hablan de la fusión perfecta como el ramen con callos de Wagyu.
Por otro lado, podemos encontrar la exclusiva zona de la barra donde se vive uno de los Omakase más populares de Madrid, y este reconocimiento que le hace estar por tercer año consecutivo en la guía Michelin lo avala. A mediodía se puede vivir un menú de 10 pases, mientras que por la noche se amplía y se pueden probar 17 platos. Según avanzan los momentos, se observa cómo el chef trata con delicadeza el producto detrás de la barra y te explica cada paso. Los ingredientes se juntan para crear un bocado que provoca sensaciones únicas en el paladar.
En definitiva, Tora habla a través del sabor con un producto de cercanía que es capaz de crear una conversación entre lo japonés y lo mediterráneo. El minimalismo es su mantra, sin decoraciones excesivas ni artificios innecesarios.