Desde que irrumpió la fiebre por propulsar el vehículo eléctrico ha estado presente el debate sobre la necesidad de preparar el terreno. La infraestructura para el vehículo de combustión ya está lista, pero la de los eléctricos requiere una implantación en la que se entromete la regulación, con licencias y aprobaciones que retrasan el proceso.
El resultado es que, si bien es cierto que la instalación de puntos de recarga avanza, lo hace despacio. También ocurre que la recarga es más lenta que el reportaje de un vehículo de combustión, lo que ha dado lugar a imágenes como las de este verano, en las que se veía la acumulación de eléctricos en las estaciones de recarga.
El debate, más allá del éxito o fracaso en las ventas de vehículos, ha resurgido tras los datos que han presentado diversos actores del sector. Parclick, una aplicación de reserva parking, plantea que es la escasez de puntos de recarga lo que ralentiza las ventas de eléctricos.
China impulsa el crecimiento global de coches eléctricos
Los datos de esta compañía también señalan que hay una imagen sesgada, en tanto que en las grandes ciudades sí que hay puntos de recarga, pero no tantos en el resto.
En torno a Madrid, Barcelona y Valencia apenas hay instalados 1.384 de puntos de recarga rápida de los 32.422 de acceso público que existen en todo el país, lo que a juicio del sector "impide viajar en coche con total despreocupación".
A pesar de los incentivos gubernamentales y el creciente interés de los consumidores, la falta de infraestructuras adecuadas, las estaciones de carga limitadas y gestión de la autonomía de los vehículos eléctricos son algunos de los desafíos que limitan la expansión de esta tecnología.
En este contexto, Parclick advierte de la necesidad de aprovechar "al máximo" la autonomía de los vehículos evitando las sobrecargas, aprovechando los tiempo de "carga estratégicos" como cuando se aparca durante varias horas en el trabajo, un centro comercial o una excusión y optimizando la conducción "evitando aceleraciones bruscas y frenadas innecesarias", para prolongar la vida útil de la batería.
La patronal lo rechaza
El presidente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), Arturo Pérez de Lucía, ha asegurado este lunes que en España "no existe ningún problema" en cuanto a la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, aunque sí ha admitido un "fallo en la estrategia de comunicación" al trasladar un mensaje de "temor frente al entusiasmo" en cuanto a esta nueva tecnología de movilidad.
BYD hace temblar a Tesla y roza el liderazgo en coches eléctricos
"Hay un temor generalizado que se ha ido infundiendo sobre la infraestructura de recarga", ha advertido Pérez de Lucía en una entrevista en TVE, para añadir que "hoy en día tenemos una intensidad de ayudas importante y muchas empresas ya están asumiendo el precio de recepción del Plan Moves adelantándolo al consumidor final".
En el momento actual, el presidente de Aedive está convencido de que el mercado de la movilidad eléctrica "está ofreciendo" productos interesantes "a precios competitivos" en un contexto en el que ya se ha alcanzando una madurez "indiscutible".
Mientras tanto, el 62% de los españoles contemplan en estos momentos la compra de un coche eléctrico en los próximos cinco años en un contexto de escasa expansión de este tipo de vehículos entre los consumidores y, entre los principales beneficios que alegan para la adquisición de estos coches destacan el ahorro en el coste del combustible --resaltado por un 42,5% de los usuarios--, y la sostenibilidad, que se configura como una prioridad para el 27%.
Sin embargo, el experto considera que todavía existen retos por delante, ya que para viajar con un coche eléctrico largas distancias igual que se hace en la actualidad con uno de combustión se necesita contar con un vehículo con alta densidad de batería y una capacidad de carga de alta potencia.
"España lo tiene todo para que el mercado de los vehículos eléctricos sea de presente y, sobre todo, de futuro", ha sentenciado Pérez de Lucía.
