Los recientes anuncios sobre nuevos aranceles por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, han generado una gran preocupación en el sector automotriz, especialmente para las empresas Stellantis y Volkswagen. Según estimaciones de Bloomberg, estas medidas podrían provocar pérdidas en los beneficios de ambas compañías que ascienden a 5.880 millones de euros (equivalentes a 6.200 millones de dólares).
Se estima que Stellantis, que agrupa marcas como Jeep, Ram, Chrysler y Dodge, podría importar este año alrededor de 417.000 vehículos desde México y Canadá, países que se verán afectados por un incremento del 25% en los aranceles. En ausencia de medidas compensatorias, Bloomberg proyecta que la compañía enfrentaría una caída de 3.440 millones de euros en sus beneficios. Por otro lado, Volkswagen se enfrentaría a una pérdida de 1.770 millones de euros.
Además, en un escenario considerado «improbable» en que todos estos costos se trasladen a los consumidores, se anticipa un aumento en el precio final de los vehículos que podría oscilar entre 5.600 y 9.500 euros.
Como consecuencia de estos anuncios, las acciones de Stellantis han experimentado una caída del 8,5% en la bolsa de Milán, mientras que Volkswagen ha sufrido un desplome del 4,8% en Fráncfort. Estas fluctuaciones en el mercado reflejan la incertidumbre que rodea la industria automotriz en un entorno de cambios regulatorios y económicos.
La imposición de estos aranceles podría transformar el panorama del automóvil en América del Norte, afectando tanto a fabricantes como a consumidores
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