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Motor

¿Qué hacer si tu coche no arranca por el frío? ¡Viaja seguro!

Por Redacción Capital

Cualquier vehículo precisa de buena atención y mantenimiento durante todo el año, pero es cierto que ante condiciones extremas, es más importante incrementar su cuidado, para garantizar su buen funcionamiento y la seguridad durante su uso.

Y si hablamos de condiciones extremas, es imprescindible mencionar el invierno. Las bajas temperaturas, el incremento de precipitaciones y el aumento de sufrir situaciones límite como heladas, hace que sea necesario prestar mayor atención al mantenimiento cotidiano del coche y a cualquier incidente que se pueda dar. Asimismo, contar con seguros de coche que ofrezcan grandes coberturas en este aspecto puede ayudar a que estés más tranquilo ante posibles averías causadas por estas situaciones, además de ofrecerte soluciones eficaces ante las mismas.

Ahora bien, una de las situaciones que más se da en un coche cuando llega el frío es la dificultad de arranque del mismo. ¿Por qué ocurre esto? Y más importante, ¿cómo se puede solucionar? A continuación, podrás encontrar los principales motivos que pueden llevar a esta situación y algunas pautas sobre qué hacer en función de cada caso. 

Posibles causas por las que un vehículo no arranca en invierno

Batería fría

Uno de los principales motivos por los que se da esta situación es porque debido a las bajas temperaturas exteriores, la batería del vehículo puede no llegar a alcanzar la temperatura necesaria para su arranque.

En este caso, la solución es sencilla, ya que para conseguir que este elemento llegue a la temperatura óptima, basta con colocar una toalla o una manta caliente, garantizando siempre que esté totalmente seca, sobre la batería para conseguir que suban los grados todo lo necesario para que funcione.

Cabe destacar que si el problema se vuelve algo común, lo más recomendable es cambiar la batería, ya que significaría que se ha dañado completamente. 

Fallo en las bujías o en los calentadores

Otro motivo que puede suponer que el coche no arranque es, en el caso de los coches de gasolina, un daño en las bujías. Y es que este elemento está directamente relacionado con el momento de arranque. Será necesario consultar con un profesional para poder garantizar que se encuentren en perfecto estado.

Por otro lado, en el caso de los vehículos con motor diésel, esta situación puede darse por un problema en los calentadores, también relacionados con el arranque. Entre los trucos para arrancar un coche diésel encontramos uno que puede ser la solución para este daño: poner una o dos veces el contacto del vehículo pero sin llegar a arrancar. De este modo, se accionarán los calentadores y si el testigo que marca este elemento se queda mucho tiempo encendido significará que es posible que estén gastados, por lo que la solución al problema será su sustitución.

Problema con el aceite

Existe una tercera situación que puede llevar a que el vehículo no arranque y es un mal estado del aceite, elemento básico para el correcto funcionamiento del coche. Esto puede ser debido a que las bajas temperaturas afectan de manera directa a la viscosidad del aceite, por lo que este no lubricará de manera correcta el motor y, por ende, no funcionará en condiciones.

Para evitar que esto pueda dañar el coche, lo más conveniente es, siempre que se pueda llegar a arrancar, circular un par de minutos al ralentí, permitiendo al vehículo tomarse el tiempo necesario para calentarse y consiguiendo así que las piezas del motor se vayan lubricando poco a poco.

Otros consejos para solventar o evitar estos incidentes

Además de las pautas previamente indicadas, existen otros aspectos que se pueden tener en cuenta para evitar que las bajas temperaturas puedan llegar a suponer un problema para el arranque del vehículo.

  • En primer lugar, lo más conveniente es, en la medida de lo posible, aparcar el coche en un lugar resguardado, sobre todo en aquellos momentos en los que va a tener que estar estacionado durante un largo período de tiempo.
  • En caso de no disponer de un lugar fijo resguardado en el que poder aparcar el coche, se recomienda hacerse con una funda capaz de proteger el vehículo de la acción directa de las bajas temperaturas. Asimismo, este elemento también va a aportar seguridad frente a posibles roces y evitará que se cree una capa de hielo en los vidrios que, además de ser molesta, puede llegar a ser perjudicial para los mismos.
  • Y si aún no tienes la posibilidad de llevar a cabo ninguna de estos dos consejos, lo que debes hacer es aparcar el vehículo en un lugar en el que pueda estar protegido del viento, aun estando al aire libre o bien de espaldas a la corriente.
  • También es posible utilizar un tipo de aceite especial capaz de resistir las bajas temperaturas.
  • Por otro lado, antes de la llegada del frío, se aconseja llevar a cabo una revisión completa de la batería y demás piezas del motor, siendo necesario un correcto mantenimiento de las mismas durante todo el invierno.

Son unas pautas básicas y de lo más sencillas que te pueden ayudar a garantizar el perfecto estado de tu coche durante la temporada de temperaturas bajas, ¿las conocías?

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