Tesla está viviendo un arranque de año complicado que refleja cómo los desafíos internos y externos están afectando tanto su desempeño en el mercado de vehículos eléctricos como su cotización en la bolsa. Aunque fue pionera en la industria de los autos eléctricos, la compañía de Elon Musk ha visto cómo su liderazgo se ve amenazado por diversos factores, desde la creciente competencia hasta el impacto de las políticas internacionales, incluidas las que han implementado tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La caída de Tesla en 2025
En lo que va de 2025, Tesla ha experimentado una caída de aproximadamente el 30% en el valor de sus acciones. Este declive es un reflejo directo de varios factores que están minando la confianza de los inversores y analistas. Bank of America (BofA), por ejemplo, ha reducido su precio objetivo de las acciones de Tesla de 490 a 380 dólares, citando dificultades en la producción, incertidumbres comerciales y la creciente competencia en el sector de los vehículos eléctricos. En cuanto a los datos específicos, el precio de cierre de Tesla en 2024 fue de 403,84 dólares, mientras que el cierre de este miércoles 5 de marzo de 2025 fue de 279,10 dólares.
Este desempeño negativo se refleja también en las matriculaciones de Tesla en diversos mercados clave. En Europa, y particularmente en España, la empresa ha experimentado un descenso importante en sus ventas. En los primeros dos meses de 2025, las matriculaciones de Tesla han caído un 43%, un dato alarmante que pone de manifiesto la pérdida de cuota de mercado frente a competidores cada vez más fuertes, como las marcas chinas.
Competencia creciente y nuevos retos
Una de las razones de la caída de Tesla es la feroz competencia que está surgiendo en el mercado de los autos eléctricos. Marcas chinas como BYD han ganado terreno gracias a precios más accesibles y una oferta diversificada que está atrayendo a consumidores en Europa y América. Los vehículos eléctricos de Tesla, aunque innovadores, han visto cómo otras empresas están ofreciendo alternativas más asequibles, lo que ha hecho que muchos compradores se decanten por opciones más económicas.
El mercado de los autos eléctricos está cambiando rápidamente, y Tesla ya no tiene el dominio absoluto que una vez ostentaba. Además, la competencia interna en el sector de la automoción ha aumentado, con gigantes como Volkswagen y Ford expandiendo sus líneas de vehículos eléctricos, lo que representa un desafío aún mayor para la marca de Elon Musk.
Las ventas de marcas chinas en Europa suben un 52% y las de Tesla caen un 45% en enero
Impacto de las políticas internacionales, incluida la era Trump
Un factor clave que sigue afectando a Tesla en 2025 son las políticas internacionales de la administración actual de Donald Trump. La influencia de sus decisiones, especialmente en lo relativo a las tarifas comerciales y las tensiones con China, sigue impactando a empresas como Tesla, que dependen de una cadena de suministro global compleja. Trump ha reimpuesto aranceles sobre productos clave provenientes de China, lo que afecta directamente a Tesla. Y es que aunque la compañía tiene fábricas en el país asiático, el aumento de los costos de importación y las dificultades logísticas derivadas de las políticas comerciales están presionando las finanzas de Tesla. Esto ha obligado a la empresa a revisar su estrategia de producción, y a aumentar los precios de sus vehículos en varios mercados internacionales. La dependencia de Tesla de componentes fabricados en China se ha convertido en un desafío, y las políticas de Trump han exacerbado estas dificultades.
Además, la postura de Trump sobre la industria energética, en particular su apoyo continuo a los combustibles fósiles, ha creado un entorno político más difícil para las empresas dedicadas a las energías renovables, como Tesla. Aunque la transición hacia energías limpias es un pilar central de la estrategia de Tesla, las políticas de Trump favorecen a las industrias más tradicionales y han complicado las inversiones en tecnologías limpias, lo que a su vez ha afectado las expectativas de crecimiento de Tesla en ciertos mercados internacionales.
El futuro de Tesla
Tesla se enfrenta a un panorama incierto en los próximos meses. Expertos avisan de que a pesar de ser pionera en vehículos eléctricos, la compañía está luchando por mantenerse competitiva frente a la creciente competencia, tanto de los fabricantes tradicionales como de nuevos actores chinos. Además, las tensiones comerciales, los aranceles y la incertidumbre económica global afectan sus costos de producción y rentabilidad. "La caída de sus ventas, la desaceleración de sus entregas y la caída de su valor en bolsa reflejan la fragilidad de su actual posición en el mercado".
De este modo, a Elon Musk le urge crear nuevos modelos y vehículos más asequibles para recuperar su liderazgo. Tesla también debe encontrar una forma de competir con las marcas chinas que dominan en precios y eficiencia, y los gigantes automotrices que "han comenzado a producir autos eléctricos de calidad. Si Tesla no logra adaptarse a este entorno competitivo y ofrecer productos accesibles, su futuro podría estar en riesgo".
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