Uno de los elementos clave para la transformación de la sociedad es la movilidad sostenible y tanto las ciudades como las organizaciones se están enfocando en promover medidas que favorezcan este tipo de desplazamientos. No obstante, se presentan una serie de obstáculos que deben considerarse, como el alto coste de los vehículos eléctricos, la adaptación de las infraestructuras de suministro eléctrico y la disponibilidad de puntos de recarga.
Desde el 2015, con la aprobación de la Agenda 2030, se marcaron unos objetivos denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre esos objetivos se encontraba la electrificación de los vehículos. España, por su parte, se marcó un reto muy optimista: cinco millones de vehículos eléctricos circulando en el país en 2030.
Según los datos más actualizados, en España hay menos de 300.000 coches eléctricos en circulación. El número de vehículos de este nicho está creciendo constantemente, pero no a la velocidad esperada por los fabricantes ni por los dirigentes del Gobierno.
Según un informe reciente de Eurelectric y EY, la previsión es que la cifra total de vehículos eléctricos superará los 75 millones en 2030 en Europa. El crecimiento no es homogéneo en el continente europeo. España, territorio en el que nos centramos, por el momento, se encuentra muy lejos aún de la media.
Según los datos recabados en 2023, las ventas de vehículos eléctricos representaron el 12% de la facturación total, lejos del 20% de media que presenta la Unión Europea. La demanda de este tipo de automóviles, pese a los esfuerzos del Gobierno, es escasa para cumplir con los objetivos.
Los fabricantes se plantan ante la transición eléctrica
Las ayudas y aportaciones del Estado para la implementación y el aumento de los vehículos eléctricos en las carreteras españolas no son suficientes para convencer a la población para la compra de este tipo de automóviles. Esta falta de demanda ha provocado que muchos de los fabricantes estén dando marcha atrás a las propuestas del Gobierno en cuanto a fabricación de vehículos eléctricos. Si no hay demanda, no habrá transición.
¿Estamos preparados?
El IV ‘Informe sobre la Movilidad Eléctrica en España’, elaborado por la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible, destaca tres áreas clave a mejorar si se quiere alcanzar el objetivo: puntos de recarga, precios de los automóviles y batería.
Al término del 2023, los puntos de recarga rondaban los 30.350, de los cuales 9.954 eran de carga rápida. Solo el 32,7% de los puntos de carga del país son de carga rápida, algo que echa para atrás a los compradores, que no quieren tener la preocupación de no saber dónde cargar su vehículo ni cuánto tiempo van a tardar hasta tenerlo nuevamente disponible.
En el segundo trimestre de 2024, España cerró con 35.698 puntos de recarga para el vehículo electrificado de acceso público, lo cual supone un aumento de 3.276 conexiones de este tipo en comparación con el trimestre anterior, según datos de Anfac, pero lejos del objetivo fijado para el año pasado de 45.000 marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) y en el 'Fit for 55' de la Unión Europea.
Laura Gonçalvez (Powerdot): "China ha asegurado una cobertura masiva de infraestructuras de carga a sus ciudadanos"
El precio de estos vehículos es un factor influyente. En la actualidad, el precio medio de un coche en España se sitúa en torno a los 35.000 euros y no está al alcance de muchos bolsillos. Para combatir estas cifras tan elevadas, el Estado pone en marcha el Plan Moves III. Esta ayuda estatal puede ascender hasta los 7.000 euros, ampliable en un 10% en los municipios de menos de 5.000 habitantes.
En cuanto a las baterías, se han convertido en un quebradero de cabeza para ambas partes. Para los fabricantes, el tamaño y el peso tan elevado de esta pieza fundamental del coche hace que diseñar este tipo de automóviles desde cero sea una tarea compleja. Para los compradores, la capacidad energética, la encargada de determinar la autonomía del coche entre carga y carga, también supone un gran problema debido a que, en ocasiones, no es muy extensa.
Los fabricantes no lo ven claro
La baja demanda de vehículos eléctricos ha hecho que los fabricantes de automóviles que más estaban apostando por esta transición, hayan tenido que echar el freno. Tal como dirían en el gremio, ante tal aceleración de la electrificación, el motor se ha gripado.
Volvo, Mercedes-Benz y Audi, entre otras, han decidido retrasar esta electrificación unos años más allá de 2030, y uno de los fabricantes de lujo más importantes del mundo como es Porsche ha decidido también tomarse con calma los planes de electrificación. La marca está dispuesta a cumplir con las metas, siempre y cuando el mercado lo demande. Es por ello por lo que, según informó Reuters, Porsche habría adaptado el progreso de estos planes siempre supeditados al volumen de demanda de modelos eléctricos por parte de sus clientes.
Félix García, director de Comunicación y Marketing de Anfac, asegura que los fabricantes no han dado marcha atrás, simplemente han reajustado sus objetivos ante este parón de las ventas. Según informa la patronal de los fabricantes, la descarbonización y la electrificación de la movilidad es una tarea que compete a toda la sociedad, ya que las marcas no pueden hacer este cambio solas.
“Las marcas a escala europea han invertido 250.000 millones de euros en el desarrollo del coche eléctrico. El cambio se va a producir y las marcas lo van a seguir impulsando. Ahora bien, es necesaria y clave la colaboración público-privada”, afirma García.
Laura Goncalves, directora general de Powerdot en España, señala, por su parte, que “ha surgido el ‘mito urbano’ de que el coche eléctrico está perdiendo impulso o que las marcas de coches eléctricos no están apostando más en este segmento. La verdad es que no podría estar más lejos de la realidad”. La transición “será gradual y posiblemente más prolongada”, apunta.
Las ventas de vehículos eléctricos representan solo el 12% en España, frente a la media del 20% en Europa
China, a la cabeza de la electrificación
Mientras que las ventas de coches eléctricos se estancan en Europa, China está rompiendo todos los registros de venta. Según un informe reciente, el país asiático se ha convertido en la primera economía del mundo en vender más de un millón de vehículos eléctricos en un mes.
El aumento de las ventas de este tipo de vehículos es más que considerable. China ha registrado un aumento del 33% de las ventas respecto al año pasado, mientras que en Europa el crecimiento se ha vuelto negativo (-4%). La demanda mundial, con cerca de diez millones de vehículos eléctricos vendidos en 2024 de vehículos eléctricos, sigue creciendo, teniendo un crecimiento interanual del 20%, según datos extraídos del instituto de investigación Rho Motion.
Europa, por su parte, no sigue la senda de este crecimiento. El mercado norteamericano y el asiático, en especial China, encabezan con mucha diferencia dicho auge en la demanda y la compra de vehículos de batería.
Ford quiso saber de primera mano cómo se estaba dando este éxito de la electrificación en el continente asiático. Jim Farley, director ejecutivo de la marca estadounidense de vehículos, pudo comprobar de primera mano que China estaba produciendo vehículos con autonomías de más de 400 kilómetros con precios inferiores a los 15.000 euros.
Estos coches, a pesar de lo que puedan pensar muchos, cuentan con tecnologías mucho más avanzadas que los occidentales y, además, con precios mucho más inferiores. El nivel de estos vehículos es tal que el dirigente de Ford decidió llevarse varios coches eléctricos chinos a su sede de Detroit para analizarlos.
Anfac alabado el plan de expansión de China en cuanto a la electrificación: “China ha hecho los deberes en materia de electrificación. En su plan de expansión económico e industrial que lleva puesto en marcha hace ya más de una década, liderar la industria del vehículo eléctrico estaba entre sus objetivos”, señala su director de Comunicación.
Y añade que “han hecho una fuerte inversión y han desarrollado tanto el producto como toda la cadena de valor vinculado al vehículo eléctrico, lo cual los ha posicionado muy bien en el contexto actual. De igual manera, tienen el mayor mercado interior del mundo, con cerca de 30 millones de ventas de vehículos de todo tipo de fuentes de energía, lo que les ha permitido tener un escenario adecuado para impulsar el vehículo electrificado”.
Según un informe publicado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, impulsado por un grupo de expertos de Washington, entre el año 2017 y el 2023, Pekín habría entregado más de 200.000 millones de euros a sus fabricantes para incrementar el desarrollo de esta industria.
Gonçalves (Powerdot) asegura, por su parte, que “el enfoque de China ha sido asegurar una cobertura masiva de infraestructuras de carga que permitan a los usuarios disponer de opciones accesibles y convenientes en todo el territorio”. Y añade que, “para el mercado español, uno de los aprendizajes clave que se puede extraer del caso chino es la importancia de la colaboración entre el gobierno y el sector privado y la necesidad de desarrollar una red de puntos de carga que combine tanto velocidad como accesibilidad en diferentes áreas urbanas y rurales”.
Según Anfac, al igual que ACEA -la patronal europea de los fabricantes-, se considera que el libre comercio justo es esencial para crear una industria automovilística europea competitiva a nivel global. Asimismo, sostienen que la competencia en igualdad de condiciones fomenta la innovación y amplía las opciones para los consumidores.
Félix García (Anfac): "El cambio se va a producir, pero es necesaria y clave la colaboración público-privada"
Los aranceles impuestos a China no ayudan a la electrificación en Europa
Este mismo verano, la Comisión Europea anunció la imposición de aranceles de hasta el 38,1% a los automóviles eléctricos importados desde China. Bruselas tomó esta medida tras concluir que los fabricantes chinos disfrutaban de una ventaja "desleal" debido a los subsidios que recibidos de Pekín.
En concreto, la Comisión Europea impondrá aranceles del 17,4% a BYD, del 20% a Geely y del 38,1% a SAIC. Otros fabricantes, que han cooperado con los servicios comunitarios durante la investigación de estos hechos, afrontarán un arancel del 21%, mientras que el resto que no han colaborado estarán sometidos al porcentaje más alto de 38,1%.
Esta imposición hace que los precios a priori asumibles de estos vehículos fabricados en China se conviertan, una vez más, en inalcanzables para los potenciales compradores en Europa. Esta medida ha afectado a fabricantes de fuera de Asia. Tesla ya informó a sus clientes que los precios del Model 3 superarían los 40.000 euros. Esta medida tomada por Tesla se debe al aumento del precio a raíz de los aranceles de las unidades fabricadas en la planta automovilística de Shanghái.
Europa en busca de subvenciones
Según Anfac, Europa debe esforzarse en fomentar la industria de la región, como señala el informe Draghi, mediante una inversión de 800.000 millones de euros. Solo manteniendo y mejorando la competitividad de la industria automotriz europea se podrá seguir ofreciendo productos innovadores y de alta tecnología. La patronal de la industria automovilística española considera que el coche eléctrico representa una oportunidad para el país, ya que puede ser un motor para atraer la fabricación de nuevos modelos de cero emisiones a las plantas nacionales, fomentar la instalación de fábricas de baterías en España, aumentar la producción de componentes de automoción y promover tanto las energías renovables como la economía circular. Además, destacan que impulsará la creación de startups relacionadas con el software y hardware necesarios para el automóvil eléctrico y conectado.