Lifestyle, After Office

Tres de cada diez españoles se arrepiente tras comprar online (pero no deja de hacerlo)

Las rebajas ya no solo vacían carteras, ahora también activan algoritmos que nos conocen mejor que nosotros mismos

Por Marta Díaz de Santos

Comprar online se ha convertido en algo tan cotidiano como revisar el móvil al despertar. No hace falta planificar, comparar precios o pensar demasiado. Basta con un clic. El contexto digital, las ofertas y sobre todo, la arquitectura psicológica de las plataformas, hacen el resto. El resultado: más de un 35 % de los españoles reconoce que compra por impulso al menos dos veces al mes, y un 30 % siente arrepentimiento inmediato tras hacerlo, según revela el último estudio de Hostinger.

Las cifras hablan por sí solas, pero detrás de ellas hay algo más profundo: una transformación del consumidor. El comprador online de hoy ya no se comporta como el de hace apenas cinco años. Ahora es más emocional, más reactivo y, sobre todo, más vulnerable a las estrategias de seducción digital. Plataformas como Amazon, Shein, Temu y tantas otras lo saben. Han dejado de ser simples tiendas para convertirse en ecosistemas de estímulo constante.

Desde el diseño de la interfaz hasta la velocidad de carga o el orden en que aparecen los productos, todo está pensado para generar una experiencia placentera y adictiva. Un entorno que invita a la compra sin que apenas nos demos cuenta. Los algoritmos juegan con las búsquedas previas, las compras anteriores y hasta la hora del día para mostrarnos lo que podríamos desear antes de haberlo imaginado. Es dopamina en forma de descuento.

El estudio concluye que el 50,56 % de las compras impulsivas tiene lugar en marketplaces y otro 20,78 % se genera a través de redes sociales. En TikTok, Instagram o YouTube, la línea entre entretenimiento y promoción es cada vez más fina. Un vídeo de 15 segundos puede disparar una necesidad que no existía hace un minuto. El impulso es inmediato, y la recompensa, aunque sea emocional y breve, también.

Las diferencias por género también son llamativas. El 8,28 % de las mujeres reconoce realizar compras impulsivas más de cinco veces al mes, frente a una media de 2 a 4 veces entre los hombres. Aun así, ambos perfiles coinciden en algo: el arrepentimiento posterior. Esa sensación de haber comprado algo innecesario, de haberse dejado llevar por una emoción momentánea, de haber sido “cazado” por el sistema.

¿Por qué ocurre? Porque lo que parecía una decisión libre, muchas veces no lo es. Las plataformas están construidas sobre principios del llamado diseño persuasivo, una disciplina que combina psicología, UX y big data para guiar el comportamiento del usuario. Frases como “quedan pocas unidades”, “envío gratis si compras ahora” o “otros también lo han comprado” no son meras sugerencias: son disparadores emocionales. Mecanismos que reducen la racionalidad y aumentan la urgencia.

Este diseño, al activar el sistema de recompensa del cerebro, genera una especie de placer anticipado: la promesa de algo bueno, aunque aún no lo hayas recibido. Es una experiencia muy parecida a la que ocurre en redes sociales cuando recibes un like. Pero, como ocurre con muchos placeres instantáneos, después llega la resaca emocional. El estudio de Hostinger lo demuestra: tres de cada diez compradores se arrepienten justo después del clic.

Ante este contexto, la pregunta es: ¿se puede resistir? La respuesta es sí, aunque exige consciencia y ciertos hábitos. Hostinger propone algunas recomendaciones prácticas:

  • Esperar 24 horas antes de confirmar una compra.
  • Usar el carrito como lista de deseos, no como paso previo al pago.
  • Desactivar notificaciones de apps de venta online.
  • Revisar los gastos digitales al final de cada semana.
  • Fijar horarios para entrar en plataformas de compra, evitando hacerlo en momentos de fatiga o aburrimiento.

Porque la realidad es clara: las rebajas ya no solo viven en escaparates o centros comerciales. Están en el bolsillo, en las notificaciones, en el feed de Instagram. Y no esperan a que las busques. Van a por ti. El algoritmo no duerme, y lo sabe todo de ti: cuánto gastas, a qué hora compras, qué te hizo dudar la última vez.

En este escenario, comprar con criterio se ha vuelto casi un acto de resistencia. Una forma de recuperar soberanía personal frente a un sistema que ha convertido el consumo en algo emocional, inmediato y, muchas veces, innecesario. Quizá el futuro del consumo consciente pase no solo por gastar menos, sino por entender mejor cómo funciona lo que nos hace gastar.

Consumo multa a siete empresas de comercio 'online' por falsos descuentos en el Black Friday

Únete a nuestra Newsletter

A través de nuestra Newsletter con Capital te hacemos llegar lo más importante que ocurre en el mundo de la #economía, los #negocios, las #empresas, etc… Desde las últimas noticias hasta un resumen con toda la información más relevante al final del día, con toda comodidad.