Con la caída de los primeros copos en Chequia, la tentación de recorrer bellos paisajes monocolor o de practicar deportes de invierno resulta irresistible para los amantes de la nieve. A pocas horas de los principales núcleos de población del país, es posible disfrutar de una amplia oferta de actividades que permiten divertirse, entrar en contacto con la naturaleza, observar nuevas perspectivas del entorno montañoso y, cómo no, relajarse. Incluso los menos aficionados al ejercicio físico encontrarán alrededor de las pistas de esquí buenas excusas para sentir con alegría el frío en el rostro antes de sumergirse en cálidas aguas termales o de degustar una sabrosa kulajda (sopa de patatas y setas) junto a la chimenea.
Qué hay de nuevo esta temporada de esquí
Por la variedad de su oferta turística invernal, Chequia se ha ido posicionando entre las escapadas favoritas de aquellos que buscan lugares originales donde practicar esquí de fondo, desean hacer algo más que esquiar en sus vacaciones o tratan de refugiarse en entornos familiares donde los niños pueden hacer sus primeros pinitos en la nieve. Todos ellos encontrarán estaciones repartidas por el territorio que se adecúen a sus necesidades, muchas de las cuales presentan este año interesantes novedades.
Dolní Morava, batiendo récords
Justo bajo el puente colgante peatonal más largo del mundo se sitúa Dolní Morava, uno de los complejos de esquí más modernos de la República Checa. Este dominio, que no deja de batir récords, cuenta con la mejor pista de ski cross de todo el territorio y también con Mammoth, la pista de bobsleigh (3 km) más larga de Chequia y la segunda de Europa.
Sus dos áreas interconectadas permiten esquiar en ocho pistas de diferentes niveles de dificultad, con una longitud de más de diez kilómetros, que incluyen cinco espectaculares descensos de dos a tres kilómetros sin interrupción. También ofrece 30 kilómetros de pistas de esquí de fondo en las que gozarán tanto los principiantes como los más experimentados.
Las familias se divertirán este año en el nuevo Parque Infantil de Esquí Mamutík de Chequia, que ha abierto una escuela para niños a partir de tres años. El desafío para los adultos estará en un parque de nieve que permite realizar giros sorprendentes, túneles y saltos, mientras que los expertos tendrán la oportunidad de recorrer el circuito de esquí de fondo que acogerá la Copa del Mundo de Snowboardcross (del 23 al 25 de enero de 2025).
Como actividades fuera de pista, es recomendable pasear por el Sky Bridge 721, el mencionado puente colgante, y subir al asombroso mirador panorámico Sky Walk. Tampoco estaría de más reservar tiempo para visitar Velké Losiny, un misterioso pueblo ligado a la brujería que está presidido por un magnífico castillo renacentista. Y, por supuesto, finalizar la jornada con una sesión de relax en un spa local y una sabrosa cena tradicional checa.
Quienes viajen esta temporada en grupo (de 2 a 5 personas) se podrán beneficiar de la apertura de los Apartamentos Vista, que ofrecen acceso directo a una de las pistas más largas del país y a más de 10 kilómetros adicionales de pistas para todos los niveles. Los huéspedes contarán, también, con un treinta por ciento de descuento en los forfaits.
Diversión también cuando cae la noche en Krkonoše
El sistema montañoso de Krkonoše (Montañas de los Gigantes) es uno de los más visitados de Chequia, ya que brinda descensos prolongados, buenas vistas panorámicas y servicios de alta calidad. Las estaciones de mayor renombre son Pec pod Sněžkou, Špindlerův Mlýn y Rokytnice nad Jizerou, donde también se puede liberar adrenalina probando el parapente. Pero para saborear con calma los paisajes de esta cordillera lo más recomendable es dejarse conquistar por la belleza de Krkonošská magistrála, una pista de esquí de fondo que atraviesa valles, bosques y preciosos pueblos nevados.
En esta zona, una de las novedades de la temporada se sitúa en el SkiResort Černá hora – Pec, donde se podrá vivir una experiencia inolvidable en la nueva pista cubierta de bobsleigh, que al estar iluminada con miles de luces de colores se puede usar cuando oscurece y en cualquier condición climática. Y aún hay más, el remonte cubierto del Live Park Javor (con centro de enseñanza para principiantes y niños) logrará que el trineo sea incluso más divertido para los pequeños durante las tardes y noches.
Después de esquiar, ya en el pueblo, el popular bar apres ski Bullbar ofrece música en directo los viernes y sábados por la noche. La propuesta alternativa la ofrece la ciudad balnearia de Janské Lázně, que forma parte de la estación de esquí Černá hora. Sumergirse en una de sus piscinas termales, pasear por el centro con sus históricas arcadas o realizar una excursión hasta el nacimiento del río Elba o a Sněžka, la montaña más alta de la República Checa, son otras opciones igual de apetecibles.
Šumava, emociones y buenos precios
Con paisajes ondulados y kilómetros de pistas que se pierden en el horizonte, el espacio natural de Šumava también regala experiencias para el recuerdo. Grandes bosques, misteriosas turberas e incluso lagos glaciares acompañan en sus paseos a los esquiadores de fondo. Las estaciones de esquí preferidas por estos deportistas se sitúan en los alrededores de Zadov, Modrava, Kvilda y Churáňov, mientras que los que prefieren el esquí alpino y el snowboarding suelen optar por la estación de Špičák, en Železná Ruda.
Este año, además, el complejo Ski&Bike Špičák mantiene sus precios, haciendo del esquí una opción más económica para jóvenes y familias. Con forfaits más asequibles, este destino se convierte en una buena propuesta para quienes buscan calidad a precios competitivos.
Sin embargo, los esquiadores no son los únicos que gozan de este precioso entorno porque, cuando llegan las heladas más fuertes, muchos se calzan los patines para lanzarse a recorrer la pista de patinaje más larga del mundo. Con una extensión de 11 kilómetros, esta maravilla ocupa la superficie de Lipno, el mayor embalse de Chequia. Pero ahí no terminan las emociones porque muy cerca se puede seguir gozando de vistas increíbles en el Sendero entre las Copas de los Árboles, que alcanza hasta 24 metros sobre el suelo y ofrece paradas llenas de adrenalina. El camino termina en una torre mirador de 40 metros de altura, desde donde se puede descender en el tobogán más largo del país.
Los paisajes de Beskydy
Situadas en el norte de Moravia, las montañas Beskydy se han consolidado como un destino muy apetecible para las vacaciones de invierno. Miles de visitantes llegan cada año atraídos por sus paisajes de postal, su gastronomía local y la calma que envuelve a la región. Con kilómetros de pistas de esquí de fondo cuidadosamente acondicionadas y señalizadas, ofrece escapadas inolvidables para todos los públicos.
Sus dos itinerarios principales de esquí de fondo se denominan Hostýnská magistrála y Beskydská magistrála. El primero, de unos 19 kilómetros, serpentea entre las montañas de Hostýn, lo que permite visitar el icónico santuario homónimo y el pintoresco pueblo de Štramberk, donde su arquitectura de madera, la cervecería local y las famosas “orejas” son buenos incentivos para quedarse a pasar el día. La segunda opción, con nueve pistas de diversos niveles, también permite paseos tranquilos, pero invita a desafíos más serios como el ascenso a Lysá hora, que con sus 1.325 metros de altura es la cumbre más alta de Beskydy. Los afortunados que lleguen a la cima, verán recompensado el esfuerzo con sus impresionantes vistas panorámicas.
Dos recomendaciones más serían visitar Ostravice, donde el campo de golf se transforma en pistas invernales, y probar las recetas valacas del restaurante Libušín, situado junto al hotel Maměnka, dos bellísimas construcciones de madera levantadas siguiendo los proyectos de los arquitectos Dušan Jurkovič y Michal Urbánek.
Esquí y bienestar en Karlovy Vary
En Chequia, los deportes de invierno y el bienestar siempre van de la mano. Alrededor de las estaciones de esquí, o a menos de una hora, siempre se sitúan balnearios y hoteles que proporcionan reacondicimiento físico tras el esfuerzo realizado en las pistas. Algunos de los más reconocidos se encuentran en el Triángulo Balneario de Bohemia Occidental (Mariánské Lázně, Františkovy Lázně y Karlovy Vary), donde sus establecimientos acogen a viajeros desde el siglo XIX.
En Mariánské Lázně, el área de esquí Mariánky, a pocos metros de la icónica columnata de la ciudad, es ideal tanto para esquiadores y snowboarders como para amantes del esquí de fondo, ya que dispone de 90 kilómetros de pistas cerca del bosque de Slavkov y del club de golf Mariánské Lázně. A sólo 70 kilómetros, Jáchymov ofrece también una experiencia completa de nieve y relax con acceso a Klínovec, el área de esquí más grande del país, y al moderno complejo de Plešivec.
Ya sea para disfrutar de una escapada blanca o para relajarse en un balneario, Chequia es un destino perfecto para una escapada invernal durante los primeros meses del año.
